26 de agosto de 2025

HASTA SIEMPRE TRIBU

Ha llovido intensamente toda la noche, como si faltara cielo. Cuando desayunamos no lo sabemos, pero por culpa de la lluvia ha habido un desprendimiento que ha cortado la carretera por donde tenemos que ir a San José. Toca despedirse del caribe. Hoy nos vamos a la Capital, a conocer su mercado y a hacer las últimas compras. La teoría era que tardaríamos unas 5 horas. La práctica es que tardamos 9. La carretera está desviada a causa de un desprendimiento debido a las lluvias de anoche. 

A pesar de todo, Giovanni es un gran conductor y se enfrenta con una sonrisa a las horas de viaje. Comemos por el camino en un bar a pie de carretera con unas vistas de impresión, el Rancho de Macho. Su especialidad: la carne, obvio. El café: ahí va la foto. 



Los cambios de planes nos hacen llegar a San José a media hora del cierre del mercado. Saltamos, literalmente, del bus. Muchos de los puestos están cerrando. Lo poco que vemos nos parece un poco poco artesanal, la verdad. Acabamos pronto con las compras y de ahí, saltamos d enuevo al bus, literalmente, para llegar al Hotel en Alajuela, La Rosa de América, que es absolutamente impresionante. La habitación tiene una cama de 130 y dos literas, un pequeño vestidor y unos jardines preciosos. Nuestra primera noche en Costa Rica debería haber  sido aquí, pero Abel nos confiesa que estaba lleno y no pudo conseguir habitaciones para todos. Bueno, estamos ahora, que es lo que cuenta. 
Cenamos en el restaurante. Es nuestra última cena en Tribu. Mañana, salimos de forma escalonada, en horarios diferentes ( aunque nosotros coincidimos con 3 de las familias ). Somos los que más tarde saldrán ( nuestro vuelo con Avianca es a las 16:45h ). Nos veremos obligados a pasar la mañana en este hotel. Confesaremos aquí al resto del grupo, que Jordi, Mariel, Maite, Cris y yo, recibimos un masaje ( en plan profesional, ehhh!!!) de Abel. Así que listos para la vuelta!!



Toca procesar todo lo que hemos vivido, tanto de forma individual como en grupo. Ha sido una experiencia inolvidable. Costa Rica tiene una biodiversidad que en pocos lugares hemos visto. Hemos sido testigos de momentos increíbles. Hemos tenido la suerte de tener una playa caribeña para nosotros solos, de pasear bajo un cielo estrellado sin fin, de correr bajo la lluvia torrencial tras un baño termal, hemos volado entre árboles y bajado por las aguas de un río celeste. Hemos dormido con murciélagos y liberado tortugas al mar. Y lo más importante: no nos ha mordido ninguna serpiente venenosa. 

Gracias Tribu por acogernos en este viaje tan bonito. Gracias por la compañía, los amaneceres improvisados, las risas de las motivadas  y el chocolate caramelizado. Gracias Luis por tu magia y Abel, por tu libertad. 

Faltan Mariel y Julieta ( la más pequeña e intrépida del grupo ) que ya se ham ido a dormir y Saül ( creo que ya se ha ido a dormir también auqnue nunca sabemos dónde está : ) 


Nota: la vuelta fue interminable. Vuelo con Avianca vía Bogotá, hasta Madrid y tren desde allí hasta el Camp de Tarragona. En Atocha nos despedimos de Maite y Saül, que han coincidido con nosotros en el vuelo. retrasaron el primer vuelo por la lluvia ( aunque no mucho, con lo que no perdimos el enlace ). 

La Tribu, nuestra tribu: 

Alba, Oscar, Blas y Mario 

Paco, Cris y Miguel

Jordi O, Nuria y Axel

Nosotros 

Maite y Saül

Mariel y Julieta
Añado aquí, nuestro itinerario: https://www.polarsteps.com/fanimartinez/20361585-costa-rica

25 de agosto de 2025

EL JAGUAR Y LA PLAYA PUNTA UVA

Teníamos previsto ir mañana a conocer el Jaguar Rescue Center, pero con Abel decidimos cambiarlo a hoy, para tener más tiempo mañana para ir al mercado de San José, y hacer algunas compras en nuestro último día en Costa Rica. Dejar eso para el mismo día que teníamos que coger el vuelo no nos entusiasmaba. Además, como salíamos en diferentes horarios pintaba a caos. 

Asi que hoy nos dirigimos a este curioso parque donde conocemos de mano de nuestra guí ay voluntaria María, la historia de algunos d elos animales que acogen aquí. A pesar de lo que nos parecía al principio, no, no hay jaguares. Antes de convertirse en lo que es hoy en día, el centro era en realidad la casa de un Italiano y una Alemana que decidieron asentarse en Costa Rica. Como eran amantes de los animales, les daba por acoger a cualquier bicho que lo necesitara. La casa fue conocida como la casa del Jaguar, porque los vecinos confundieron un ocelote con un jaguar, de ahí el apodo de la casa. Finalmente, el gobierno obligó a los inquilinos a oficializar el centro como tal, un centro de rescate de animales. Hoy en día, disponen de hospital, centro de rehabilitación y acogida, ayudas del gobierno, varios proyectos de protección ( como aislar cables eléctricos ) y voluntarios. 

Una de las funciones del centro, además del rescate y cuidado de animales, es el de concienciar y educar a la población. Los animales salvajes no son mascotas, así que nada de selfies ni carantoñas. 






Algunas de las historias eran muy conmovedoras: monos prisioneros a la merced de las monedas de los turistas, papagayos con clavículas fracturadas, electrocuciones accidentales, anzuelos... los animales eran rescatados y tras la rehabilitación son liberados a su hábitat, excepto algunos que no podrían sobrevivir por su cuenta. La visita cuenta con algún infiltrado inesperado.



No nos lleva más d eun par de horas. Tras el café, nos ponemos los bañadores y pasamos el resto del día en la playa, en concreto, la Playa Punta Uva, donde improvisamos una comida con tonterías; patatas, patacones, tortitas, sandía y mamones. 

Para hablar de la playa os pongo fotos y ya, porque es una de esas playas de postal que recordaremos siempre. Nos sorprende que hay poca gente. Giovanni consigue un par de sillas para los Jordis y el resto no ssentamos en un árbol caído y en la arena. Los niños, supongo que están en al agua, porque han desaparecido de la arena en tres segundos. Muy cerquita hay un bar que llevan unos argentinos, donde nos recuperamos del calor. 

Nota: en Costa Rica el lavabo es la pica donde se lavan las manos, no el inodoro. Lo digo porque cuando dije que necesitaba un lavabo porque a Laura le urgía hacer sus mayores, me miraron con cara de espanto ;)








La idea es quedarse a ver la puesta de sol, que es sobre las 17:30h, pero no parece que las nubes vayan a dejar que eso pase, así que decidimos volver antes al hotel. Pedimos comida para llevar en un restaurante. Tardan una eternidad pero decidimos organizarnos. Mientras unos se quedan en el hotel poniendo la mesa, el resto nos vamos a buscar la comida, a ver si así aceleran. Y no, no aceleran. Cuando lleganos al hotel, todo está listo. Cae un chaparrón ( de los pocos que cae durante el viaje )

Mañana nos toca ir a San José ( se calcula que 5h de trayecto ) para ir al mercado y despedirnos de este país que tanto nos está enamorando. 



24 de agosto de 2025

LOS BRIBRI: 5 HORAS CON LUIS

Nos despedimos de Cahuita. Hoy nos trasladamos a Puerto Viejo, también en la costa caribeña costrricense. Por el camino haremos una pequeña parada para conocer a los Bribri, una comunidad indígena que nos enseñará de dónde sale el chocolate ( en realidad, uno de los grupos indígenas más grandes del país ). Su organización es matrilineal ( sí, la filiación se trata por la linea materna ) y con una fuerte conexión con la naturaleza, como descrubiríamos más adelante. 

Llegamos a lo que se llama Ebais Rancho Grande, donde nos acoge Luis, un Bribri. No esperamos pasar aquí mucho rato aunque sí tenemos la impresión de que nos saltaremos todas las normas de sanidad que se le recomiendan al viajero. Lo primero es cruzar un viejo puente oxidado, con algún que otro socabón. 




                                                 

En el Rancho nos han dispuesto unos bancos al rededor de una mesa central ( en plan profesor de escuela ) que está llena de potingues y botellas con contenido misterioso. Tras las presentaciones y los juegos, Luis nos explica la historia de sus dioses y la relación que tienen con la comunidad indígena Bribri. Descubriríamos más tarde, que Luis es un verdadero showman. 



Al principio, nos parece muy interesante, pero cuando nos hace probar algunos de los contenidos de algunas de esas botellas misteriosas... bueno, si Julieta  (la más pequña del grupo ) aguanta, los demás también. Pra la tos, el dolor menstrual, el dolor de cabeza, las picadas, la leucemia y otros usos medicinales. Luego toca salir al escenario. Los niños y Nuria, acaban de conejillo de indias. Es difícil no reir a carcajadas. 


Saül

Julieta


Tras los juegos, las pinturas naturales, los collares mágicos y el calor, toca ir a preparar chocolate. Desde la planta ( que consigue abrir Jordi Orte con su superfuerza ), pasando por el tueste de las semillas ( que probamos en todas sus fases, pasando del sabor un tanto agrio de la semilla cruda y pringosa, al sabor del chocolate ), llegamos al proceso de molerlas, hasta conseguir una pasta que es...chocolate !!!!



Mario y Axel




Tras el calor del fuego y el olor a chocolate, nos toca comer. Nos presentan en una hoja de plátano que hace de plato, arroz con verduras y pollo, y zumo de guayaba. Muy resultón. 


Y son más de las 15h. Mientras comemos pienso que mañana todos tendremos diarreas, fiebre o dolor de estámgo, pero no, tranquilos, todos bien. Y es que tras la comida empieza otro juego: toca hace runa cata de chocolates. Jugamos a ver quíén adivina antes de qué es: coco, vainilla, jengibre, chile, piña... adivina quién quería repetir el de chile...Mario! El sabor más interesante fue el de cannabis ( sólo para adultos ). 

Como era de esperar, nos venden pequeñas porciones. ¿ Cómo resistirse ? 
Salimos de allí después de 5 horas con Luis y su familia, acalorados pero agradecidos por la peculiar experiencia. 


Giovanni nos espera en el bus para ir hasta Puerto Viejo donde nos alojaremos en el Hotel Bambutel, más lejos de la playa pero con habitaciones mucho más amplias y ésta vez sí, cuádruples. En la habitación de Alba, incluso tienen un deshumidificador y un pequeño tendedero. 

Lo primero es probar la piscina, claro. Luego nos arreglamos ( Alba guapísima con su vestido ajustado ) y salimos a dar una vuelta por el pueblo. La zona turística es un poco guiri, pero no deja de tener una esencia afrocostarricense que nos encanta. Nos desperdigamos un poco y tras unas compras algo impulsivas, cenamos en un bar frente a la playa. Una noche más en el caribe. Plan de mañana: ir por la mañana a la Reserva del Jaguar y después nada. ¿ Nada ? Pues a la playa !!!

23 de agosto de 2025

PARAÍSO DE AGUA Y MANGLARES

Nos despertamos temprano otra vez. Cuando salimos de la habitación nos encontramos con nuestro primer tucán. Ya habíamos visto alguno, pero de muy lejos. ¡Qué bonitos son! Esto me recuerda que tengo que ir con la cámara a todas horas, por si las moscas. 

En el desayuno podemos escoger entre el desayuno costarricense ( gallo pinto y huevos ), americano ( huevos, panqueques, queso o panceta ) o el healthy ( iogurt con cereales ).  

Hoy nos ponemos los bañadores. Toca salir a hacer esnórquel y a bañarse al Parque Nacional Marino de Cahuitaalberga uno de los mayores arrecifes coralinos de la costa caribeña y el más importante de Costa Rica ). 

Así que no perdemos tiempo y cogemos una barca que nos espera en la playa que hay justo al lado del hotel. Aletas y máscaras en mano. Todos a bordo!!!! Al parque se puede acceder por mar, llegando a la playa Punta Cahuita, o desde tierra. Si entras por mar, puedes llevar comida, así que improvisamos un picoteo para aguantar hasta las 15h, que es cuando cierra el parque. Además, entrar desde Cahuita es gratuito ( donación voluntaria ). No se puede hacer esnórquel por libre, así que contratamos la actividad que hay que pagar en efectivo. 

                                 






                                                    


Laura disfruta del esnórquel como una loca. David, que es muy cool porque tiene ya casi 15 años, prefiere no usar chaleco y se las apaña muy bien. No hay mucha visibilidad pero conseguimos ver una manta, un pez globo, un pez león ( en realidad, son una especie invasora ), múltiples pececitos de colores...la temperatura del agua es ideal, aunque hay un poco de corriente y el guía se vuelve loco intentando que le hagamos caso ( somos 19 en total, de los cuales 8 niños ). No digo más. 
Nuria se marea, así que el capitán la lleva a Punta Cahuita, donde espera a que acabemos ( en una paradisíaca playa ). Mientras espera, se le presenta un mapache. 
Al acabar ( nadamos en dos puntos diferentes ), nos dejan en la playa. Tenemos preparado un picoteo de fruta, plátanos y piña. Creo que es la piña más buena que jamás hemos probado. 



                                                   

Tras recuperarnos un poco, paseamos por un sendero que corre paralelo a la costa. Se trata de un bosque húmedo, lleno de manglares que se abren a la playa. Albergan animales como diferentes especies de monos, mapaches, serpientes, osos perezosos, basiliscos... aunque no se dejan ver tanto como nos gustaría. Durante el trayecto, tenemos que cruzar algún río, donde avisan de que no le des de comer a los caimanes. A mitad del sendero, nos paramos en una de las playas a bañarnos, tomar el sol, picotear y disfrutar de este pequeño paraíso. 





Antes de las 15h, nos ponemos de nuevo en marcha. Volvemos al sendero ( aunque Cris, Paco y Miguel deciden volver por la playa ). Justo antes de la salida nos encontramos con un mono que está muy interesado en la bolsa de patatas de Maite. 


                                                  




A la salida hay lavabos y duchas y fuera del parque y estratégicamente situada, una heladería en la que no dudamos en parar. Volvemos al hotel, donde los niños, que no parecen tener bastante, vuelven a la piscina. Hoy cenamos en una pizzería que hay justo al lado del hotel ( Restaurante Pizzeria Cahuita ) donde tomamos unas pizzas que están increíblemente buenas. El ambiente es afrocaribeño y está justo frente al mar. Charlamos mientras los niños juegan a cartas en su mesa. Viajar con esta tribu está siendo una experiencia 10!



Empezamos el día con un tucán y lo acabamos con un oso perezoso. Al salir de la pizzeria nos topamos con uno que está agarrado a un cable eléctrico, intentando llegar a un árbol. Desgraciadamente, es uno de los motivos por lo que mueren estos animales. Tras muchos intentos fallidos, lo consigue!!