1 de septiembre de 2021

EL CUBO DE LA GALGA O LA CUBITERA DE LAURA

Lo hemos vuelto a hacer. Y eso que nos habíamos propuesto firmemente no volver a meternos en ninguna otra ruta larga, de esas que implicara pasarse toda la mañana o todo el día caminando. Pero es que no tenemos remedio. Hoy nos planteamos dar un pequeño paseo por el cubo de la Galga, pero claro, al final no es un simple paso. 

Las expectativas son altas por varios motivos:

1.- Se trata del bosque de Laurisilva más grande de la Palma. Sí, ya sabemos que de eso hemos visto mucho en Garajonay, pero no podemos dejar pasar la oportunidad de volver a la magia de un sitio así.

2.- Hará menos calor, de echo, en algunos post te recomiendan llevar chubasquero por si acaso.

3.- La alternativa para nuestro último día en la isla es ir al sur, a explorar los volcanes de la Cumbre Vieja. Tras someterlo a votación con los niños, que ya empiezan a querer participar en las decisiones que tomamos durante el viaje, gana por goleada ir al Cubo de la Galga. Creo que no han olvidado la Ruta por los Volcanes. 

Desde nuestro alojamiento hasta el parquing donde hay una caseta informativa, hay unos 40 minutos de coche. Decidimos madrugar un poco para no tener que hacer tretix con las plazas de parquing. Este sitio suele estar muy concurrido. En la caseta informativa nos dan dos posibles rutas a seguir: la larga ( circular ) o la corta ( lineal ). Los peques nos miran con recelo. La corta, la corta ( aunque llevamos bocatas, agua, galletas y gominolas, por si acaso ).

El inicio de la ruta es el mismo para todos. Es audioguiada ( se puede descargar con un código QR ) o puedes conseguir un tríptico en la caseta. Es interesante porque en algunos punto te describe algunos de los árboles de la ruta, curiosidades, etc.

La parte inicial discurre por un sendero asfaltado con un leve desnivel. La primera señal que nos encontramos nos la lía: la Galga vs El Cubo de la Galga. Escogemos el desvío que no toca, y que asciende por una empinada senda con un fuerte desnivel durante más de 700m. A medio camino nos damos cuenta ( hemos dejado de ver los postes de audioguía que se supone que hay ) y nos damos la vuelta. Aquí ya hemos perdido gran parte de nuestro llamémosle chi.

Bueno, lo recuperamos enseguida y volvemos al camino asfaltado. Poco a poco deja de serlo y se vuelve algo más pedregoso ( nada que ver con la Ruta de La Caldera de Taburiente ). Tras 2.5km nos topamos con la señal que indica el desvío al Mirador de Somada alta ( 1.8km más ). La idea es subir al mirador, ver las espectaculares vistas de la Isla Bonita y volver a bajar para retomar el camino de vuelta por donde hemos venido, sin complicarnos demasiado.

Para los más enérgicos, des del mirador puedes seguir hacia delante y hacer la ruta circular de unos 11km, según la información de la que disponemos.




El caso es que después de negociar con los niños la ruta, decidimos adentrarnos en la senda del mirador. Podemos decir que hasta ahora hemos descubierto bosques donde habitan hadas ( La Selva de Irati ), Gnomos y duendes ( Parque Nacional de Garajonay ), trolls y minairons ( Bosque de Carlac ), pero nunca habíamos explorado bosques como este, donde crees que te encontraras con algún velociraptor sacado de la peli de Jurasic Park. Es porque a los árboles se les suman los antiguos helechos de un verde intenso y de un tamaño gigante. Dan ganas de saltarse alguna de las señales que indican no pasar, para explorar rincones alejados de la senda. De echo, aquí rodaron un capítulo de ese programa ( El ültimo superviviente ) en el que sueltan a un tío de esos que sabe hacer de todo con un palo y un chicle para sobrevivir en la selva, porque algunos rincones parecen sacados de Costa Rica.


El caso es que el primer km es estrecho y con un importante desnivel, así que cuando nos tomamos con la señal que indica que queda 1km más, a los niños, que ya saben interpretar las señales, las dificultades de las sendas y las distancias, casi les da un pasmo. Decidimos hacer un descanso que nosotros aprovechamos para intentar convencerlos de que ya hemos llegado muy lejos para dejarlo ahora. Seguimos pues hasta el mirador. Cuando llegamos está todo inmerso en una espesa bruma ( muy enigmática, nada fría, sí húmeda ) que no nos deja ver más allá de nuestros pies. Uff, los peques no se lo toman a mal porque los bocatas de atún que decidimos comer en ese momento, están muy buenos. Y a nosotros nos queda la satisfacción de haberlo conseguido. El descenso desde el mirador se nos hace menos pesado ( aunque Jordi no parece ver el final ). El paseito nos lleva toda la mañana y parte de la tarde, en total unos 13km según el reloj de Jordi. 










Llegada al Mirador Somada Alta 

Toca volver al alojamiento, hacer maletas y despedirnos de la Isla, cenando en el Puerto de Tazacorte, el el kiosko Montecarlo, justo antes de la puesta de sol. Nuestro plato favorito: los chopitos con papas. 


En este viaje de 21 días por las Islas de Lanzarote, La Gomera y La Palma, nos damos cuenta de lo distintas que son estas islas entre sí. Playas, montañas, bosques y en definitiva, espacio. 

Hemos hecho mucho ejercicio en familia, nos hemos reído y discutido. Y preveemos que en los años siguientes va a ser más difícil viajar con los niños, no por viajar en sí mismo con ellos, sino porque ya quieren participar en las decisiones que tomamos sobre los sitios que queremos explorar.  Y eso es bueno, ¿ no ? Por cierto, David ya ha decidido próximo destino.

Ah, y esta noche, cuando estemos ya en casa, tocará ver la peli Jungle Cruisse !