Me despierto temprano para ver el amanecer des de la playa con el resto de chicas del grupo ( como dice Alba, somos las motivadas ). Nos llevamos unas risas de más. No llevamos mal los madrugones.
En nuestro segundo día en Tortuguero contartamos un safari fluvial en lancha. Para poder hacerlo hay que volver a reservar previamente en la web de SINAC. Esta vez lo hacemos para el Parque Nacional de Tortuguero - Sector Canales. Tenemos el Tour contratado también con Asomegui Tours a las 09:00 am. Tras el desayuno, nos plantamos en la agencia con nuestras reservas en línea y un extra de motivación. Separan a la Tribu en 3 grupos de 6 miembros y a cada grupo se le asigna un capitán con su embarcación. A nosotros esta vez nos toca ir con Maite y Saül. ¡Qué coincidencia! El capitán también se llama Saül.
Antes de empezar el safari, hacemos una parada en la oficina de control de acceso del parque para validarlos. Hace un día soleado precioso. Nos movemos con remos ( sin motor ); todos tenemos uno y enseguida nos hacemos una idea de como tenemos que remar. Aún así, hay lanchas a motor muy ruidosas. No nos parece muy de " turismo responsable ". Los niños están entusiasmados ( aunque SaÜl tiene sueño ).
Empezamos calentando el safari con garzas: primero una tigre y después una verde. Nos cuesta un montón verlas; menos mal que el capitán lleva un puntero láser para mostrarnos bien donde se encuentra el animal. Después pasamos a las iguanas.
No tardamos en adentrarnos en los canales más estrechos que hay junto al canal principal. Dan acceso a zonas secundarias, donde la maleza y los árboles nos envuelven por completo. 900 especies de árboles en Tortuguero. Hay silencio y quietud. El capitán nos va explicando cosas muy interesantes, al tiempo que intenta ganarse la simpatía de Saül. Estamos ante un bosque secundario ya, por la deforestación de que fueron objeto los árboles de macadamia (su madera era muy preciada en la construcción de viviendas). Aun así nos muestra el único macedonio que queda en pie en todo el Parque.
Después vemos más aves: una de las más espectaculares es el chocuaco o martinete cucharón. Vemos una pareja en la maleza. Son bastante grandotas e imponen bastante. También vemos una jacaña norteña, con su característico pelaje marrón que se enegrece en la zona del cuello y su pico amarillo. Está muy activo cuando pasamos junto a él. También vemos cormoranes cerca de la orilla. Y, finalmente, como no podía ser de otra manera damos con un caimán. Ni se inmuta cuando detenemos la lancha a escasos 2 metros. El capitán nos explica que está convencido de que no lo vemos y por eso se queda quieto donde está. Cree que la cosa no va con él...
La excursión dura más de dos horas. Al final del Tour pasamos cuentas con Arelys (hay que pagar los 2 tours que hemos hecho con ella) y nos tomamos una ración de fruta que está para chuparse los dedos, especialmente la piña (qué dulce que la encontramos en Costa Rica).
Como Jordi no anda muy fino de la espalda, se queda en el apartamento descansando con David y Laura. Son más de las 12:00 hrs pm y Fani se va con el resto de la Tribu a hacer una caminata por la zona de la entrada al Parque de Tortuguero. Cogen la senda del jaguar.
Fani: de día se ve diferente. Vemos algún basilisco, monos de cara blanca y insectos varios. Mario está entusiasmado. y acabamos volviendo por la playa.
Después toca comer. Decidimos repetir y nos vamos a comer al restaurante Mi Niño, que es donde comimos ayer. Esta vez cabemos todos en la misma mesa. Hoy no nos privamos de nada: ¡pedimos postres! A por un Banana Split para Jordi.
A eso de las 17:00 hrs pm decidimos dar un paseo por la calle principal de Tortuguero para disfrutar de la puesta de sol sobre el río. No tardamos en dar con una zona de embarcadero donde nos instalamos tan tranquilos, cerveza y cafés en mano. Hay una zona con mesa y sillas donde nos sentamos los mayores. Los peques se entretienen con los gatos del embarcadero, que se dejan hacer de todo. También hay alguna que otra grulla merodeando por la zona. Un cartel recomienda no bañarse en el río, por riesgo a ser deborado por un caimán.
Volvemos al hotel a empezar a preparar las maletas. Esta vez es un poco más entretenido porque hay que preparar solo equipaje de mano para el siguiente alojamiento. Abel nos recomienda no ir muy cargados ¿ Por qué será ?
Cenamos en el restaurante Sunrise. Lo reservó Abel y estamos todos en una sala privada. Como acabamos de comer tarde, no tenemos mucha hambre. Laura comparte una pizza y Fani y Jordi un plato de marisco. Nada que ver con España: aquí entienden por mariscada colocar un pupurri de marisco pequeño (pulpo, cangrejo, almejas, mejillón, ...) en un cuenco con la salsa y al lado la guarnición (ensalada, patacones, arroz). David sí tiene hambre y se toma un plato de pasta el solito.


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