El Parque Nacional de Tortuguero se encuentra en la costal del Caribe, província de Limón. Cuenta con un área de 18946.9 hectáreas la parte terrestre y 52265 la parte marina. Esta considerada una de las regiones con más biodiversidad de Costa Rica, con 2000 especies de plantas y 900 especies de árboles. Esperamos que sea una de las partes más concurridas del viaje.
A nosotros nos interesa por 2 cosas:
1. Es el área más importante de toda la mitad occidental del Caribe para el DESOVE de la TORTUGA VERDE. Otras especies de tortugas marinas que también desovan en la playa son la tortuga baula y la carey. Las tortugas marinas están TODAS ELLAS en peligro de extinción.
2. El parque es atravesado por un sistema natural de lagunas y canales navegables muy fotogénicas.
La mañana del 19.08 la pasamos haciendo el traslado de La Fortuna a Tortuguero. Empezamos con de 3 horas de mini-bus, que incluyen una parada técnica de media horita para comprar una cena improvisada en un supermercado para hoy. Después llegamos a un pequeño puerto donde hay un pequeño restaurante y varias lanchas amarradas en el Río la Suerte. Se accede por una pendiente de tierra con charcos de barro y un sinfin de piedrecitas muy molestas. Al llegar pensamos que nos van a repartir en un par de lanchas, pero resulta que no. El capitán del barco nos va colocando a los 19 que somos, según peso: “Usted más adelante. No, no, usted muévase atrás. Y usted cambiése por por aquella señora”. Y así un rato hasta completar el Tetris. Algunos toman su biodramina. Otros intentan embaucar al capitán para acabar delante donde te mareas menos. ¿Y las maletas? Pues las maletas en el pasillito que queda entre los asientos. Como hay algún que otro tope, hay que ir levantándolas un poco para hacerlas avanzar por el pasillo. Nos asignan un chaleco salvavidas y... ¡A NAVEGAR!

Hacemos el check inn en nuestro alojamiento en Tortuguero, concretamente en los apartamentos de Casa Thirema. Son muy funcionales y están muy bien situados. Y el aire acondicionado va perfectamente (menos mal, porque hace un bochorno importante). Son más de las 15:00 hrs y estamos todos hambrientos, la verdad. Comemos en el Restaurante Mi Niño que es un auténtico descubrimiento. Sirven platos locales y de pescado. Aprovechamos para pedir camarones en su salsa los papis, un buen arroz David y nuggets de pescado Laura. Como acompañamiento ya tenemos los típicos patacones (plátano frito) que están riquísimos. Es el cumpleaños de un miembro de la Tribu, concretamente de Jordi O. Lo celebramos con un pastel, le ponemos velitas y le cantamos un feliz cumpleaños. Con el paso de los días la Tribu va estrechando lazos. No se puede negar: nos reímos un montón.
Aprovechamos para descansar un rato después en la habitación y prepararnos para la salida de avistamiento de tortugas. David ha decidido no acompañarnos. Le hemos dado a elegir y ha optado por quedarse en el apartamento. Salimos con Laura al punto de encuentro con nuestras guías de Asomegui Tours. Nos separan en dos grupos de 10: unos van con Adelys (media Tribu) y el resto (Laura, Fani y Jordi incluidos) vamos con su hija Carla. Empezamos caminando un rato hasta entrar en el Parque Nacional del Tortuguero. Nada más entrar hay una zona que hace las veces de punto de encuentro donde los diferentes grupos son supervisados por rangers oficiales: basicamente se encargan de verificar que no somos más de 10 por guía y que llevamos ropa oscura y zapato cerrado. Toca esperar a que los rangers que están en la playa avisen del hallazgo de tortugas en la playa. Tenemos mucha suerte, ya que cuando apenas nos habíamos sentado a esperar, Clara y los demás guías son alertados por radio de que tenemos una tortuga en el sector 5 (nos habian asignado el 4) que ya está preparándose para el desove. Hay que saber que tanto el momento en que se acerca a la zona de desove como cuando cavan el agujero no pueden ser interrumpidos y está prohibido acercarse en estas 2 fases inciales. De todos modos hay que llegar hasta allí y nos espera una larga caminata de como mínimo 2 kms por el sendero del jaguar que bordea la playa y queda oculto por selva y matorrales. Pasamos una zona con valla electrificada (por la noche se cierra la puerta de acceso y así se previene que el jaguar entre en el pueblo) y otra con pared con grabados a los Walking Dead. La caminata es emocionante: mucho silencio, escasa luz (apenas puedes iluminar la zona que pisas con un frontal) y máxima expectación. Cuando llegamos al sector, Carla nos recuerda que la tenemos que obedecer en todo y que no podemos usar más los frontales. A partir de ahora solo un guía y un ranger tienen permiso para encender ninguna luz.
La playa está en calma y silencio. El cielo está estrellado y se ve precioso. Aguardamos nuestro turno y llega el momento. Clara nos indica que nos podemos acercar. Tenemos una tortuga verde en fase de desove. En esta fase estran en una especie de trance. Los niños se ponen delante y los demás nos colocamos en semicírculo alrededor de la tortuga. Es muy emocionante. Hay un ranger estirado junto a la tortuga ilumando con un frontal con luz roja el agujero excavado. Vamos viendo como van cayendo los huevos dentro: los libera bien deprisa: en ocasiones solo uno, a veces van un par y vemos alguna expulsión de hasta 3 huevos a la vez. Carla nos explica que en un desove se pueden llegar a liberar entre 80 y 120 huevos. Pasados apenas 5 minutos que se pasan como un suspiro nos retiramos al final de la cola que se ha formado tras nosotros. Hay 3 grupos más y somos unos 40. Pero todo el mundo atiende a las instrucciones de los guías y se hace de forma muy ordenada y respetuosa. Mientras esperamos nuestro turno contemplamos el cielo estrellado y hacemos preguntas a Carla acerca del desove. Tras poco tiempo ya nos vuelve a tocar. Nuestra tortuga verde está acabando el desove. Vemos como expulsa los últimos huevos y podemos apreciar un enorme montículo al fondo del agujero. Después viene la fase en que recubre el agujero: lo hace en un santiamén. De hecho, nosotros no llegamos a verla. Finalmente, llega la última etapa, en la que crea un nido falso para engañar a los depredadores. Aquí nuestra amiga la tortuga se entretiene algo más; el proceso dura unos 40 minutos. Es sorprendente ver como se va empleando a fondo, usando tanto las patas delanteras como las traseras.
Entonces llegaron tres biólogos oficiales del parque. Se presentaron de forma educada y se pusieron a trabajar junto a la tortuga. A nosotros nos dejan formar un semicírculo alrededor de ellos. Los biólogos emplean frontales de luz rojiza. Comprueban que la tortuga ya llevaba un chip en su pata delantera derecha. Apuntan la numeración. Después llega una parte algo “complicada” en la que le tienen que colocar otros 2 chips. Decimos complicada porque les cuesta ponerlos y, a nuestro entender, se ensañan un pelín con nuestra amiga la tortuga. La pobre todavía está intentando terminar con su faena del nido falso. Se la ve cansada, trabajando a ratos tras intercalar cortos periodos de descanso. Después los biólogos ya pasan a una parte más “llevadera” en la que miden a la tortuga y revisan su caparazón. Al final se dirigen a nosotros y contestan las preguntas que les hacemos muy amablemente. 95cm.
Ya son las 22:00 hrs y todavía tenemos que regresar. No tardamos en ponernos en marcha. Vamos en fila detrás de Carla. Recorremos el mismo sendero que a la ida y ya sabemos que es largo. Por el camino nos topamos con grupos del segundo turno que se dirigen a los sectores de desove asignados. ¡Que animado está esto!
Cuando llegamos al pueblo de Tortuguero estamos rebentados; entre la caminata y el bochorno, no es para menos. Acabamos en el apartamento donde nos reunimos con David y la hacemos un resumen de la experiencia. Aún estamos emocionados aunque se nota el cansancio. Nos reunimos en la zona común que hay frente a los apartamentos y nos ponemos a cenar. Bocadillos de atún con aguacate y tomates. Entran de cine con el hambre que hemos hecho. Después toca ducha refrescante y a dormir con el recuerdo del desove en un silenciosa playa con el cielo estrellado.




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