11 de julio de 2023

UNA TARDE EN IFATY

Nos despedimos del Salary convencidos de que no volveremos a estar tan a gusto en ningún sitio. Pero el viaje debe continuar, así que tras desayunar y despedirnos de Michelle, nos subimos al jeep con Andry et al. Será nuestro último trayecto en jeep ya que en Ifaty cambiamos de vehículo y chofer. Des de allí, el resto de la ruta será por na nacional que está asfaltada así que ya no necesitaremos un 4x4.

Nos esperan unas 3h de pista de arena, por la costa, cruzando aldeas. Hemos hablado mucho sobre la paliza que supone tanto coche. Perdemos muchas horas en carretera y desde un punto de vista práctico eso supone ver hacer pocas cosas para lo largo que es el viaje. Aún así, coincidimos en que cada ruta nos aporta una visión de cómo viven aquí y nos sentimos transportados a una película o a un mundo paralelo al nuestro. Es brutal.

Por supuesto, tardamos más de 3h. No contábamos encontrarnos por el camino con un coche atascado en la arena. Es un hyundai en plan monovolumen cargado hasta los topes. En él van dos turistas y su hija. Ella ha estado viviendo en Tana 4 años y él es de Nantes. Es la segunda  vez que quedan atrapados en la arena es este tramo de la ruta. Y es que el coche que llevan no parece muy adecuado. El caso es que nos bajamos a ayudarles. Acabamos juntándonos tres jeeps y una cola de carromatos tirados por cebús. Menudo colapso circulatorio 😊 


Alucinamos con las ideas ( todas peligrosas y temerarias ) que tiene esta gente. Acaban atando unas cuerdas super ridículas a un palo que colocan entre dos jeeps para arrastrar al Hyundai. No sé si podrán llegar donde quieren pero parece poco probable. Les deseamos suerte.

Finalmente llegamos a Ifaty 1h más tarde de lo previsto. En fin This is Africa. Ya nos parece lo normal.

En Ifaty nos alojamos en el hotel Bella Donna. Se nota que estamos cerca de Tulear ( donde hay un aeropuerto ) y que es más fácil llegar desde Tana por la nacional. Está lleno de turistas y, por lo tanto, lleno de críos y mujeres que intentan venderte pulseras, figuritas o hacerte trenzas o masajes. Los precios de la comida en el restaurante ya son más parecidos a lo que habíamos visto. El ambiente no tiene nada que ver con Salary, mucho más tranquilo y alejado de todo.

El bungalow está justo delante de la playa y es bastante funcional.

Aquí estaremos solo una tarde, así que después de comer decidimos aprovechar el poco tiempo que tenemos en Ifaty. Nuestra primera idea es ir a la Reserva de Foniala, el último bosque espinoso de Baobabs de Madagascar. Pasamos de ir como lo hace la mayoría de turistas, en carro tirado por cebús, por eso de no maltratar a los animales, y decidimos ir caminando. Andry ha dicho que está aquí al ladito. Además, después de llegar a la oficina de la entrada todavía nos queda caminar casi media hora hasta llegar al bosque. Nos cobran 40.000Ar por adulto y nos cuentan a los niños. El guía nos lleva hasta el bosque, donde nos explica algunas curiosidades sobre el entorno. Nada que no hayamos visto en nuestra ruta de horas  Al final tenemos que decirle que nos tenemos que ir, porque en nuestro afán de aprovechar la tarde, hemos quedado en la playa para dar un paseo en canoa y ver desde el mar la puesta de sol. Acabamos llegando por los pelos.







El paseo en canoa nos permite ver la costa y hacernos una idea de cómo es. Tal como suponíamos más turistificada que Salary o Belo Sur Mer. Al final, cuando se pone el sol, pasamos un poco de frío. Pero los peques se divierten y se acurrucan en el fondo de la canoa.

Cenamos en el restaurante del hotel escalopa milanesa con patatas fritas, carpacho de langosta y de postre fruta y mousse de chocolate. 




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