23 de agosto de 2021

TIEMPO DE NADA

Lo prometido es deuda. Pasamos el día en el hotel. Dormir hasta tarde, piscinear, clase de yoga ( para Fani ), piscinear otra vez, comer helado... nos hemos adaptado a la perfección. La comida decidimos hacerla fuera, en la playa de Santiago. Para bajar a la playa des del hotel, hay un ascensor que nos lleva des del acantilado donde está gran parte del hotel, hasta la playa, donde el hotel continúa, no hasta el infinito, pero casi. 

Entramos en un local nada cool visto desde fuera, pero que sirve unos platos brutales, dignos de estrella michelín, pero a precios normales. Las apariencias engañan porque desde fuera no llama nada la atención. No es un lugar que digamos bonito. Una vez más aprendemos que no hay que juzgar. 

El lugar se llama Tasca Enyesque. Comemos sopa de marisco y pescado, tataki de atún en jugo de miel de palma y soja sobre cama de guacamole y calamar asado sobre arroz negro. Y de postre sopa de chocolate blanco con bizcocho de pistacho + borrachito con helado y sopa de maracuyá. Brutal


Tasca Enyesque 

Pensar que el día que llegamos criticamos a la gente que pasaba el día sin hacer nada en lugar de estar aprovechando el tiempo para visitar todos los rincones de la isla... y que mi hijo de 10 años nos diga que no hacer nada también son vacaciones. 

Nota mental: no critiques. 


Puerto y playa de Santiago




Paseo hacia la Playa de Santiago ( Hotel Jardín Tecina ) 

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