Nos levantamos temprano. El calor no nos da tregua,son las 8h y ya estamos a 34ºC. Estamos listos. VM travel nos recoge puntual en el hotel para llevarnos a Hue, nuestro próximo destino, pasando por las Montañas de mármol, en Da Nang.
Son un complejo de 5 montañas que representan cada una de ellas a los 5 elementos . La única que se puede visitar es la de Thuy Son, que representa al agua.
Pagodas, templos y cuevas se reparten de forma caprichosa por la montaña creando un espectáculo peculiar. La entrada cuesta unos 40.000VND. Por suerte existe des de hace poco, un elevador que te sube a la cima principal, hasta la Torre Xa Loi. El ascensor se paga aparte y cuesta 15.000VND. No nos planteamos no cogerlo, y David y Laura, todavía menos. Por supuesto, existe la opción de subir o bajar caminando.
Lo que iban a ser 2h de visita acaban siendo 3. El complejo es enorme y paramos a menudo porque Laura está cansada. Consta de 5 cuevas, 3 pagodas y 2 miradores ( subimos sólo a uno de ellos ).
Las fotos no hacen justicia a la sensación que experimentamos al entrar en la última de las cuevas; la Huyen Khong Cave, donde la luz se cuela por los orificios del techo e iluminan el interior como si fuera magia. Un buda enorme en posición de meditación nos mira.
Xa Loi Tower |
Tang Chon Cave |
Tam Thai Pagoda |
Mirador de Vong Giang Dai |
Mirador de Vong Giang Dai |
Huyen Khong Cave |
Antes de marcharnos decidimos ir al labavo. Para nuestra sorpresa nos piden que debemos deslcazarnos y ponernos unas zapatillas de plástico ( talla estándard ) que han dejado al pie de las escaleras de acceso. ¿ En serio ? Bueno, vamos allá. Laura elige unas. Un chico nos mira sin decir nada. Como son mucho más grandes que todas las demás decido cambiárselas. El chico aprovecha ese momento para recuperar sus zapatillas y marcharse...
Por el camino hacia Hue, pasamos por el frondoso puerto de montaña de Hai Van ( no pasamos por el túnel del mismo nombre que nos habría ahorrado una hora de camino, para - según el conductor - no perdernos las vistas ). Paramos a comer en un pequeño y modesto bar de carretera con unas vistas impresionantes de la laguna de Lang Co, donde podemos ver en el horizonte decenas de granjas de ostras y barcas de bambú.
Al llegar al hotel en Hue, lo primero que hacemos es refrescarnos en la piscina. Cuando salimos a cenar, la primera impresión no es muy buena. Cerca del hotel las calles están repletas de restaurantes de comida rápida, bares y garitos para backpackers ( nosotros vamos de otro rollo ahora que tenemos niños, ya tenemos una edad... 😊)
Todo es muy ruidoso. Cruzar la calle es toda una aventura a lo Lara Croft y las luces de neón colapsan nuestro sentidos. Cenamos en un local que de entrada nos causa buena impresión. La comida resulta una basura pero agradecemos que para Laura y David nos hayan preparado unos boles de arroz blanco con huevos fritos.
A ver si mañana la ciudad cambia de color.
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