28 de junio de 2023

ESTO ES DEFINITIVAMENTE ÁFRICA

Nos despertamos como nuevos después de más de 12h de sueño. Las frases de ayer que guardamos para el recuerdo son: 

- De David: estoy impactado; esto no voy a olvidarlo en la vida

- De Laura: no sabía que había un mundo tan diferente. 

Suponemos que se refieren al primer contacto con Madagascar, ya subidos en la furgo que nos servirá de transporte a lo largo de los próximos días. A través del cristal ven las calles de Antananarivo repletas de carros. minibuses, tenderetes y puestecillos llenos de gente que aparentemente no sigue ningún orden concreto. Todo es distinto; los olores, el tipo de edificios, la gente...

Hoy no tenemos mucho que hacer, solo dejarnos llevar desde Tana a Antsirabe, la tercera ciudad más grande de Madagascar. Está a 170km de la capital pero tardamos casi 4h en llegar. Eso ya da una idea sobre el estado de lass carreteras y de lo que nos espera en los próximos días. 

Por el camino, terrazas de cultivos, pueblos que viven agolpados en la carretera principal, donde exiben sus tenderetes de ropa, fruta, carne y puestecillos de comida, niños vendiendo limones o pidinedo caramelos, juguetes de latón... Hacemos una primera parada para ver algo de artesanía local. Es curioso como hacen juguetes de las hebras de hierbajos. Acabamos comprando un par de figuriitas para los niños que les han entusiasmado. 



La segunda parada la hacemos en Ambatolampy para visitar una fábrica de ollas de aluminio. Yo voy en plan - esto va a ser una turistada, ya verás- Nada más lejos de esta impresión, nos adentran a través de una calle al patio que hay entre dos casas. Allí, unos cuantos hombres trabajan descalzos. Funden trozos de metal de diferentes objetos para hacer ollas de aluminio. Lo que nos ha impresionado son las condiciones de poca seguridad en que lo hacen. David dice que están super compenetrados. Cada uno sabe a la perfección lo que tiene que hacer. Yo solo pienso en la cantidad de oportunidades de que algo salga mal. En el aire, los rayos de sol nos dejan ver las micropartículas de aluminio que flotan en el aire.  




No llegamos a Antsirabe hasta las tres de la tarde. Comemos en un restaurante local por menos de 15e los cuatro. Laura pide pizza pero nosotros comemos cebú a la brasa y en brocheta, acompañado de arroz, patatas fritas, ensalada de zanahoria y cebolla y un caldito. 

Poco después llegamos al Hotel Couleur Café. La habitación familiar es enorme. Como todavía es de día salimos a dar una mini vuelta por Antsirabe. Esto es definitivamente África.  




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