6 de diciembre de 2022

MR BEAN

Nueva día, nuevo prosósito. 

Nos vamos al Museo Británico, uno de nuestro platos fuertes del viaje. Estamos impacientes. Al salir del metro decidimos ir a lo seguro. Seguimos  aun grupo de niños que van con sus profes. Seguro que van al museo. Nos hemos ido encontrando grupos de prques aquí y allá. Van con chalecos reflectantes en el metro y con un montón de profes. En un grupo hemos contado un profe cada tres niños. 

El museo también es gratuito. No deja de sorprendernos que no cobren entrada. El edificio es mucho más moderno que el Museo de Historia Natural. Una vez más nos damos cuenta de que NO podremos verlo todo, así que nos centramos en lo que nos interesa: le exposición Egipcia, encontrar la Cariatide que falta en el Museo del Panteón de Atenas, el Moai de Rapa Nui de la Isla de Pascua, robado en una incursión inglesa nocturna y la Piedra de Roseta. 

Entendemos que en un museo tengan que exponerse piezas de otras culturas, épocas, lugares o civilizaciones... pero nos sentimos un poco como cuando Indiana Jones o Lara Croft intentan que NO se roben piezas arqueológicas a  otras culturas, épocas, lugares o civilizaciones. En fin, a pesar de todo nos encanta el museo. Te transporta a otras culturas, épocas, lugares o civilizaciones. Una cosa por otra. 







Tras más de 2,5h de ruta por el museo o como lo llama Laura torturación ( palabra que ha inventado para decirnos que no puede más ), salimos a comer. Paramos en el Amacord Museum ( un Italiano ), que está cerca, donde comemos pasta ( nada londinense... ). David consigue convencer al camarero para que le cambie el postre que incluye el menú- helado- por un pastel de galletas oreo que está requetebueno. Como lo hace hablándole en Inglés, casi lloro de la emoción. No es que nosotros seamos unos hachas, ni mucho menos, pero nos encanta ver que para nuestros peques es algo natural intentar expresarse en otro idioma. 


Descansados, nos dirijimos, google maps en mano, al barrio del Soho y  barrio Chino. Vamos en busc de Minalima, una pequeña tienda que pertenece a Mina y Lima, dos de los ilustradores de Harry Potter. 
Encontramos la tienda que parece un cuentecito, llena de luces de Navidad, láminas, libros ilustrados y souveniers relacionados con el fantástico mundo de Harry Potter. La verdad es que si eres fan, NO te la puedes perder. Yo no soy muy fan, pero a partir de hoy me convierto :)




Compramos un par de láminas de El Mago de Oz ( ya veremos dónde las colgamos ). 
Des de la puerta de la tienda vemos los farolillos que indican que a pocos metros, está Chinatown. A simple vista nos parece algo demasiado turisticado ( palabra que hemos inventado para referirnos a aquello que nos parece poco real pero que da el pego para los turistas, generalmente repleto de tiendas para turistas ). La verdad es que los colores de los farolillos nos inundan de buen rollo. 




A poco estamos de Covent Garden, donde nuestra próxima parada, más alla de la tienda más grande que jamás hemos visto de caramelos emanems, es la tienda más grande que jamás hemos visto de Lego. Además de legos de todas las colecciones ( Marvel, Ninjago, Star wars, Harry Potter...) tienen piezas montadas alucinantes ( ver fotos plis ). También tienen talleres donde los peques, y no tan peques, pueden montar sus personajes favoritos o personalizarlos. 




Entusiasmados con las compras convencemos a los peques para que aguanten un poco más y nos dedicamos a callejear sin rumbo por las calles navideñas. No sabríamos hasta más adelante, que nos estábamos dejando lo mejor para el final. 




Volvemos a Stratford y aprovechamos para comprar la cena en el centro comercial de Wesfield. De vuelta al apartamento, pasamos por dentro de la estación. En el pasillo miro de reojo un bonito piano rojo. Todas las tardes al volver intento convencer a Laura para que toque algo...pero no. Hoy tampoco.



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