23 de diciembre de 2022

FROZEN Y EL CIELO AZUL

Es nuestro último día en Londres y el cielo está azul, muy azul. Nos sorprende la suerte que hemos tenido con el tiempo. Nada de lluvia ni nieve. Frío sí, pero nada que ver con el que pasamos en Navidad en Viena en el 2017. 

Decidimos madrugar un poco porque a las 10h tenemos que estar en el Sky Garden, uno de los edificios más altos de Londres y des del que tenemos unas vistas espectaculares de la ciudad. La entrada es gratuita pero hay que reservar ( con tiempo ). Una vez arriba puedes estar cuanto quieras, tomar un cafecito o chocolate, o reservar en el también en el restaurante. 

Como está cerquita del famoso London Tower Bridge, antes de ir al Sky Garden, paseamos por el icónico puente. El cielo está tan bonito que nos entretenemos un poco demasiado y acabamos saliendo pitando hacia el Sky Garden para no llegar tarde. ¡ Conseguido !





Después de tomar un chocolate caliente, por llamarlo de alguna manera y no decir colacao o cacaolat a secas, salimos en busca del Teatro Royal Drury Lane, pasando de refilón por la famosa St Paul's Cathedral ( nos queda pendiente para cuando volvamos ). Comemos cerca del Teatro en un local fast food porque no queremos llegar tarde al teatro. Tenemos entradas para ver Frozen ( sí, nos encantan los musicales ) a las 14h ( si, a las 14h ). 

Lo de la comida en Londres se merece un capítulo a parte. Nos ha sorprendido ver locales y cadenas de comida basura por todas partes, especialmente cerca de los lugares más turísticos. No hemos encontrado ( a lo mejor no hemos buscado mucho  ) sitios con comida no turística. Los pubs ( a los que no se puede ir con niños por la noche ) son demasiado caros y ya nos ha parecido cara la comida normalita. 

El musical precioso. Lo escogió David, consensuado con su hermana, porque pensaba que los efectos especiales serían muy chulos. Y la verdad es que nos encaaaaantan. Es difícil trasladar la magia a un escenario de realidad, pero no nos decepciona. Lo que le resta glamour al sitio es que la gente come palomitas, hot dogs y caramelos durante el musical, como si estuvieras en el cine. 

Al salir del teatro ya es de noche. Son casi las 17h ( sí, es de noche ). Nos abrigamos y paseamos hasta Covent Garden, un mercado muy bonito, pero lleno de tiendas de marcas pijas que nos echan para atrás. Solo pasear, nada de comprar. Encontramos un rinconcito donde tomar una crepe y un chocolate ( otro cacaolat de esos ). Hay muchos locales con terraza exterior y a pesar del frío están abarrotados. 

Pasamos por casualidad por una librería y no dudamos en entrar casi ipnotizados por el escaparate. Nos encantan los libros y acabamos comprando tres: Matilda, The Fire Fox y The Snow Queen. Felices como perdices cargamos los libros en nuestra mochila y continuamos con nuestro paseo hasta Humphries, una de las tiendas de juguetes más grandes del mundo. Entramos unos minutos para ver la decoración y salimos algo agobiados. Nos parece una especie de Corte Inglés pero solo de juguetes y no llegamos a explorarlo por pereza, agobio, cansancio e hiperestimulación, todo a la vez. 





La verdad es que el ambiente es de lo más navideño y a eso hemos venido, ¿ no ? Des de Covent Garden caminamos hasta Picadilly Circus  y Regent Street. Impresionante la decoración, el ambiente, la cantidad de gente, el montón de autobuses... 





Y a pesar del glamour, las luces, la música a Navidad y los escaparates llenos de juguetes, aquí y allá, salpicando la postal Navideña londinense, nos topamos con la realidad de los sin techo. Nos impresiona especialmente un hombre que parece discutir en una esquina con otros dos. Va descalzo y sin abrigo. David lleva este tema especialmente mal. Le explicamos que no debe sentirse culpable por tener lo que otros no tienen y que sí debe sentirse afortunado. Su respuesta es que él no se siente culpable pero que siente pena y decepción porque la sociedad no hace nada al respecto. 

Lección aprendida volvemos a Stradford en metro y acabamos cenando en Sandi, la pizzería que hemos descubierto al lado del aparhotel. No podemos despedirnos sin tomar nuestra pizza de nutela favorita. 

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