La isla de Fernado de Noronha, a unos 500km de Recife, es uno de los destinos top de Brasil, así que no hemos querido perdérnoslo. Más del 75% de la isla es una Reserva Natural Marina y en el 2002 fue nombrada Pratimonio Mundial por la Unesco. Empujados por la emoción de volver a bucear y de poder hacerlo en un entorno único, la incluimos en nuestra apretada ruta por Brasil.
Llegar no es fácil ni barato: avión Sao Luis- Recife, con escalas en Imperatriz y Brasilia, noche en Olinda ( cerca de Recife ) y de nuevo otro avión Recife- Fernando. En total 7h de vuelo ( y no he incluído aquí las 4h de bus desde Barreirinhas ). Como la entrada de turistas está limitada a un número determinado por día, conviene reservar vuelos y alojamientos con antelación.
Espera en el aeropuerto de Recife |
Estábamos ansiosos por llegar aquí. Quién no querría estar en el paraíso ¿?
Nada más llegar al aeropuerto ( operan las compañías Trip y Gol ), e incluso antes de poder pisar la isla, hemos tenido que pagar las llamadas tasas turísticas. Unos 211R$ ( 100e ) por persona. Las tasas varían en función de los días que se vaya a estar en la isla.
El taxi nos ha llevado hasta nuestra posada; Casa da Mirtes ( en Vila dos Remedios, en el Noreste de la Isla ). Un alojamiento muy cutre ( Sebas lo llama auténtico ) y modesto, sucio, ruidoso y nada barato si se tiene en cuenta la relación calidad- precio. Claro que, conociendo los precios abusivos de la Isla, hemos tenido suerte. Una de las ventajas de Casa da Mirtes es que tiene cocina propia, y eso nos da mucha libertad y tranquilidad ( sobretodo con niños ).
La conexión a internet es casi nula. No tenemos wifi en la posada ( aunque pensándolo bien, no sé ni como tenemos luz… ).
Primera comida en Fernando |
Casa da Mirtes |
Hay mogollón de mosquitos y nos pasamos el día rociando a los niños con colonia de citronella, lociones varias y parches antimosquitos. Aún así nos están acribillando, incluso a mi, que nunca jamás de los jamases me ha picado ningún mosquito, ni siquiera en la Selva Peruana de la Reserva de Manu…
Decidimos dedicar 2 días al buceo y tres a visitar las playas de la isla.
El primer día, después de una comilona en un restaurante muy mono, lento ( una norma básica que hemos visto cumplida en Brasil casi siempre ), pijo y carísimo, nos fuimos al centro de buceo ( Atlantis Dive center; muy profesionales ) para concretar las inmersiones: dos día, dos inmersiones por día, dos grupos, uno a las 07:15h y el otro a las 13:45h. Nos hemos turnado con Sandra y Sebas para cuidar a los peques ( no ha sido tan difícil como podría parecer… bueno, ahora que recuerdo, es mejor no ir al supermercado con los dos a la vez… ). Nos preguntaron si son gemelos siameses y sólo de pensarlo me puse nerviosa.
Parque en Vila do Remedios |
Preparándonos para las inmersiones |
Las inmersiones no han estado del todo mal, aunque la verdad es que esperaba mucho más. Hemos visto tiburones y delfines ( increíble el sonido bajo el agua ). Sandra y Sebas han tenido más suerte y han visto mastas y tortugas .Como curiosidad contar que es la primera vez que baja con nosotros, además del divemaster, un fotógrafo profesional ( sí, sí… al final hemos picado y hemos acabado comprando un par de fotos por un precio exasperante ).
Jordi ha visto un tiburón tubaru muy, muy cerca! El segundo día de inmersiones nos ha tocado madrugar. Y a pesar de que el día parecía no tener remedio ( ha amanecido lloviendo ) al final ha salido el sol y hemos tenido la gran suerte de coincidir con varios grupos de delfines. Nunca habíamos visto tantos. Ha sido increíble !!!
Entre buceo y buceo nos hemos abastecido en el supermercado. Qué difícil es conseguir cosas tan básicas como leche, fruta o pan !!! Y que carísimo es todo. Por poner un ejemplo, una caja de cereales nos ha costado 10R$ ( 4e ). Y unos iogures 4R$ ( 2e x iogur ).
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