28 de julio de 2013

LA VUELTA A CASA

Volvemos a casa, así que toca hacer maletas y recoger. Y además hay que hacer lo posible por conseguir que la maleta pase de 17 a 15kg o menos ( Ryanair cobra 20e por cada kg que pase de 15 !! ).  No hemos comprado ni postalitas..
Vamos en metro hasta la estación Brussels Midi donde cogemos el shuttle bus que nos lleva directos al aeropuerto.

Nos han faltado días para hacer todo lo que habríamos querido pero nos volvemos satisfechos con la experiencia. Nuestro primer viaje con los peques. En realidad no ha sido tan complicado pero por si acaso aquí van unas reflexiones:

-Si vas a coger el metro en Bruselas compra el bono de 10. Un viaje cuesta la friolera de 3,75e y el bono 13e. El Rail train pass tampoco está nada mal. Se puede compartir y te ahorrarás las colas para comprar los billetes. En general, Bélgica está muy bien comunicada. La opción de alquilar un coche no es mala pero piensa que aparcar no será fácil, al menos en temporad aalta.
- Si vas a visitar museos compra la City Brussels Card. Sale a cuenta.
- Hay que probar la cerveza ( para la lactancia materna sin alcohol ).
- El chocolate no es para tanto.
- La gente: amable. Hay que tener en cuenta que en Brujas viven del turismo.
- La comida y todo en general: caro.
- En verano hace calor. No olvides la crema solar ( sí, ya sé que soy una pesada pero no lo puedo remediar ). Tampoco olvides el chubasquero. En un día puedes pasar del cielo gris más tapado al cielo azul y soleado.
- Nos ha faltado parar en Gante ( a medio camino entre Brujas y Bruselas ) porque preferimos ir al zoo.
- Nos ha faltado ir en bici ( Laura es demasiado pequeña. Ya llegará el momento )
- No hemos entrado en el museo del comic ( en Bruselas ) ni al de al cerveza, el chocolate o las patatas fritas ( en Brujas ). 
- No hemos visitado el parlamento. La capital de la Unión Europea. Pero no nos arrepentimos.
- Viajar con niños: se puede. 

 

27 de julio de 2013

EL ATOMIUN: UNA NAVE ESPACIAL PARA DAVID

Nos despertamos otra vez con un chaparrón de agua. Pero es nuestro último día en Bélgica y no estamos dispuestos a perder el tiempo. Decidimos cubrirnos con nuestros chubasqueros y salir a la aventura.

Nos subimos al metro ( ahí no te mojas ) y nos bajamos en la parada de Heysel ( línea 6 ). Ahí nos espera el Atomium con sus 9 mágicas esferas. Le decimos a David que vamos a explorar una nave espacial y nos sigue entusiasmado. Encontramos poca cola ( será por la lluvia ). La entrada cuesta 11 euros por adulto. Los niños y marcianos suben gratis.

 
 
 
 
 
 
Lo primero que hacemos es coger el ascensor central y subir a la esfera más alta. Está organizada como un mirador circular ( similar a la Torre Montparnasse de Paris aunque menos espectacular ). Mientras vas dando la vuelta tienes unas preciosas vistas de Bruselas. Después bajamos y completamos el resto del recorrido: se pueden visitar otras 4 esferas. Las dos que más nos han gustado son:
- la primera: hay una exposición sobre el diseño y construcción del monumento para la Exposición Universal de 1958 con interesantes referencias históricas de la época.
- la tercera: a oscuras y con un bellísimo espectáculo de luz y sonido. A David le ha dado un poco de miedo y me lo he tenido que llevar en brazos ( creía haber visto un marciano… ).
También nos han gustado las escaleras mecánicas entre esferas con una ambientación futurista de lo más chula.

Tras la visita nos ha sorprendido de nuevo la salida del sol. Otra vez el calor!
Despues de la visita al Atomun hemos ido al Bru Park ( justo al lado ) que es un gran centro comercial ( recuerda el Maremagnum o Diagonal Mar en Barcelona ) donde hemos comido bastante bien aunque caro.
Lo interesante del Bru Park nos esperaba tras la comida: el Mini Europe. Una Catalunya en miniatura pero a lo grande. Allí están representados edificios emblemáticos de todos los países de la Unión Europea. Es imposible no sentirte identificado con la gran mayoría de ellos ( especialmente con aquellos que has visitado alguna vez ). Eso sí también de das cuenta de lo mucho que te falta por visitar y lo grande que es Europa.
David se lo ha pasado genial corriendo de una atracción a otra y apretando todos los botones de cada una de ellas: unos hacían sonar el himno del país, otros ponían en marcha una fuente, un molino o un carrera ciclista y no digamos nada de los barcos o trenes que se ponían en marcha!
El recorrido es más largo de lo que nos imaginábamos inicialmente y casi nos hemos pasado toda la tarde ( hemos aprovechado para merendar a media visita ).

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Tras la visita damos un paseo tranquilo por los alrededores del Atomium: hay un parque que pretende emular al de los Campos Eliseos de Paris. Se nota que es un sábado de mes de Julio: nos topamos con un montón de domingueros, una boda y hasta un concierto de verano al aire libre. David no duerme en todo el día ( emocionado y sin parar de mirar a todos lados ). Laura también se porta muy bien: la visita al Mini Europe la hace sentada en la silla de David sin rechistar excepto cuando quiere teta. Mamá Fani encantada.

Una vez más viajamos pensando en nuestros peques, especialmente David. Volvemos al apartamento para cenar tranquilos. Ésta es nuestra última noche.

26 de julio de 2013

PAIRI DAIZA

En nuestra llegada al Aeropuerto de Charleroi vimos anuncios del parque. Ni siquiera habíamos oído hablar antes de él pero decidimos pasar el día en el Parque Zoológico de Paira Daiza por los peques.
La verdad es que pensamos que una visita al zoo rompería con la rutina del viaje.

Significa Paraíso.
Se puede llegar en tren. Hay que coger 2:
- desde Bruselas hay que ir en dirección Quévy y apearse en Jurbisse ( son unos 46 mins )
- después trasbordo con un 2º tren hasta Cambron Casteau ( sólo 9 mins )
Desde la estación de tren en unos 20 mins caminando te plantas en el zoo.

Eso sí, el madrugón fue de consideración: nos levantamos a las 06:45 hrs con la idea de llegar al parque a eso de las 10:30. David desayunó en el tren.
Lo que no sabíamos era que nos esperaba un chaparrón de agua al llegar a la estación de Cambron Casteau. Llevávamos sólo el chubasquero de David que Fani empleó para resguardar a Laura en su manduquita y el plastico del carro que nos permitió tapar a David. Tanto yo como Fani acabamos calados por completo. Menos mal que al llegar al parque nos facilitaron un par de chubasqueros ( por sólo 3 euros cada uno ) y un paraguas monísimo. Estuvimos a punto de hecharnos para atrás con lo de la aventura zoológica pero tras el madrugón y el largo viaje optamos por hacer un último esfuerzo. Llegamos a eso de las 11:00 hrs

 

Empezamos la visita enfundados en nuestros chubasqueros. El coste de la entrada es de 24 euros por adulto ( los niños entran gratis si tienen menos de 3 años ). A pesar de la lluvia y de la fecha escogida ( viernes laborable ) ya os puedo adelantar que había bastante gente. De todos modos no había cola para comprar las entradas en la misma puerta

Lo que nos esperaba dentro fue toda una sorpresa para nosotros. Es un parque inmenso en un entorno natural enorme. Lo que llama más la atención es que se ha adaptado un espacio natural ya existente para edificar en él las instalaciones del parque. Así te encuentras que los animales tienen espacios al aire libre mucho más grandes que en los zoos a los que estamos habituados. Además cada hábitat está muy bien imitado. Así visitamos Asia, África y América.
Además nada más entrar te encuentras con una pequeña granja donde los peques pueden tocar ovejas, cerditos, pollitos, ciervos y cabras.Toda un aventura para los más peques y también para los más mayores.
¿ A quién no le gusta tocar a bambi ?

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Vimos de todo: elefantes asiáticos y africanos, jirafas, rinocerontes, hipopótamos, búfalos, lemures, jabalies, hienas, monos, papagayos, serpientes, arañas, camaleones, lagartos, cocodrilos, ranas, tortugas, cebras, peces tropicales, tiburones punta negra, perdices, leopardos, cisnes, flamencos...

David se lo pasó genial. A ratos sentado en su carro, a ratos paseando, a ratos en brazos y a ratos corriendo como un poseso
Rendido se quedó dormido al llegar a la zona de los monos por la tarde.
A mediodía ( justo cuando hacíamos el alto para comer ) salió el sol de golpe. Vaya calor! Quién nos lo iba a decir! Tuvimos que guardar los chubasqueros y utilizar el paraguas de parasol.
Lo malo: la comida. Lo mejor habría sido traerse unos bocatas. El parque está lleno de zonas de picnic para comer y habría salido más barato.

 
 
 
 
 
 
 
 
 

Otra de las sorpresas del parque fue su acuario emplazado en el interior de un edificio colonial. Las estancias del mismo decoradas como grutas y cavernas. Hacía fresquito ( lo cual es de agradecer ) y hizimos la visita con la boca abierta todo el rato. Espectacular la sala de los espejos con medusas de colores y las escaleras con cuadros de motivos náuticos. Obviamente no podían faltar referencias a Julio Verne y su capitán Nemo.

 
 

No pudimos acabar de ver todo el parque. Nos faltó tiempo. Cerraba a las 19h así que a eso de las 18:30h empezamos la vuelta. El tren pasó a las 19:15h. Nos sobraron casi 15min. Todo un record.

NOTA: cuidado con perder este tren porque el próximo no pasa hasta las 21h.