Teniendo en cuenta todo lo que hay que ver, tomamos la decisión de contratar un segundo Tour guiado con la idea de optimizar el tiempo y asegurarnos ver los "must" de la zona. Contratamos el Tour con Yuca Tours, una empresa local con la suficiente experiencia como para fiarse. El plan es ambicioso... sí; lo sabemos. Va a ser una jornada densa y dura... sí; lo sabemos. Es probable que no paremos para comer hasta bien tarde... sí también nos lo imaginamos (tomamos suficientes provisiones). Con lo que no contamos es con la escasez de explicaciones (el guía ni se presenta), la carencia de información (ni sobre el plan del día ni sobre lo que hay que ver) y el tener que correr como locos para llegar a todas partes (para que os hagáis una idea: la taquilla de Uxmal cierra a las 16:00 horas; pues llegamos a falta de 2 minutos y tenemos apenas una hora para ver el complejo arqueológico corriendo como locos).
Lo vivido no quita que visitemos zonas de una impresionante belleza como veréis a continuación. Quedan imágenes en la retina imborrables. Otras están en la cámara de fotos y las estamos gozando a posteriori. La experiencia vivida es fantástica. La conclusión a la que llegamos es que ni el peor Tour puede estropear lo que es impresionante de por sí. También que nos seguirá costando contratar otros visto lo visto (ya optamos por explorar zonas como Chichén, Ek Balam o los cenotes por nuestra cuenta... menos mal...).
Lo vivido no quita que visitemos zonas de una impresionante belleza como veréis a continuación. Quedan imágenes en la retina imborrables. Otras están en la cámara de fotos y las estamos gozando a posteriori. La experiencia vivida es fantástica. La conclusión a la que llegamos es que ni el peor Tour puede estropear lo que es impresionante de por sí. También que nos seguirá costando contratar otros visto lo visto (ya optamos por explorar zonas como Chichén, Ek Balam o los cenotes por nuestra cuenta... menos mal...).
Nos recogen a las 09:00 (otra vez casi media hora antes de lo acordado. Estamos listos porque aprendimos la lección del anterior Tour). De nuevo nos acompañan turistas mejicanos; el grupo de todos modos es reducido pues incluyendonos a nosotros sólo somos 8 personas. Llegamos a las 10:00 a nuestro primer destino: un cenote a medio camino de llegar a Loltún (la Ruta Sur desde Mérida). No recordamos el nombre. Tampoco lo encuentro en la guía. El emplazamiento es muy discreto. Este es semiabierto: no se toca fondo pero de aguas cristalinas. Se bañan Fani y David mientras Jordi combate en la superfície con Laura y los incontables mosquitos que pueblan la entrada (como no hay servicios tampoco tiene una zona digna - tipo plataforma; las vimos en otros cenotes - para tomar fotos o para que espere el acompañante tranquilo). Te cobran sólo 10 pesos por adulto.
Nota aclaratoria: aprendemos que hay 3 tipos de cenotes en Méjico:
1. Abiertos: al aire libre: los de El Corchito
2. Semiabiertos: entrada estrecha con orificio arriba por donde penetra luz en el interior: Zaci - Ik Kil
3. Cerrados: tipo cueva sin iluminación natural: la mayor parte de los vistos en las regiones de Dzitnup o Cuzamá
A las 11:00 hrs nos vamos a las cuevas de Loltún. Tardamos una hora y media en llegar. Nos sueltan a las 12:30 hrs y llegamos (tarde) al inicio del Tour guiado (afortunadamente con guía local). No está permitido visitarlas a tu aire. Lo tienes que hacer guiado. La visita es espectacular. Toda una sorpresa. Las cuevas son enormes y es fácil perderse si no sigues al grupo. Más que cuevas yo hablaría de formaciones abovedadas gigantescas. Hay un sinfín tanto de estalactitas como de estalagmitas. Este extenso complejo de cuevas acogió un asentamiento maya y fue habitado por humanos mucho más tiempo que otro de Yucatán. Dentro encontramos pinturas rupestres de manos, animales, rostros,... Se recororen 2 km de cuevas, aunque el guía nos aclara que la red se extiende mucho más,el gobierno no permite trayectos guiados más largos que el que realizamos. El recorrido es lo que aquí llaman salvaje: nada de pasarelas ni caminitos de madera. Las luces del trayecto se apagan tras el guía galería tras galería, así que no te quedes atrás.
Nos llaman la atención:
- la entrada: "colmena Nahcab" con el bajorrelieve del guerrero del Loltún
- las "columnas musicales" (se intuye el sonido "lol" y "tún" al golpearlas por separado). Bueno, nosotros tenemos mucha imaginación.
- los "haltunes": sartenes o vasijas naturales que se emplearon para almacenar agua
- las zonas semiabiertas del final que cortan la respiración dada su grandiosidad y espectacularidad
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| Colmena Nahcab |
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| Las columnas musicales |
Nos sorprende que no haya ninguna plataforma o escalera acondicionada para moverte por ellas. Pisas roca. En ocasiones está mojada y es frecuente ver gente resbalarse e incluso caerse al suelo. Nadie se hace daño. Se puede hacer pero no negaremos que es complicado moverse por la zona con niños tan pequeños como los nuestros. Menos mal que llevamos la manduca para llevar a Laura. Hay tramos que tenemos que llevar a David en brazos (hay zonas que le dan miedo por la oscuridad) aunque se porta como un valiente explorador en casi todo el trayecto. Y no es precisamente corto: el recorrido dura más de hora y media en su totalidad. Acabamos exhaustos pero satisfechos.
Son las 14:15 hrs y, como era de esperar, no está previsto parar para comer. Como tardamos unos 45 minutos hasta el siguiente destino optamos para comer en ruta los bocadillos que llevamos encima.
La siguiente parada es la zona arqueológica de Kabah. Este asentamiento fue la segunda ciudad Puuc más importante después de Uxmal. De su arquitectura destacan las tallas de las fachadas que emulan al dios Chaac (el dios del agua); están muy bien conservadas. Por desgracia sólo disponemos de treinta minutos para recorrerlo todo. David se duerme instantes antes de llegar: lo sentamos en el cochecito y hacemos la visita igualmente con él allí sentado (el pobre no se entera de nada).
Después vamos a toda pastilla hacia Uxmal: ya hemos explicado antes que llegamos con la taquilla a punto de cerrar aunque logramos entrar (la entrada nos cuesta lo mismo igualmente: 203 pesos por adulto). Lo recorremos con David todavía dormido en el carrito en la primera parte; a media visita se despierta y lo cambiamos por Laura. Para ir más deprisa (dada la premura) hay tramos en que Fani y yo nos separamos: uno se queda con los 2 niños y el otro va con lacámara a hacer las fotos (especialmente los tramos de escaleras elevados). Nos sorprende que Uxmal (se suponía que era el plato fuerte del día) se halla muy bien conservado como podréis juzgar en elas fotografías. Muchos edificios se conservan mejor que el propio Chichén
Destacan especialmente:
- la pirámide del adivino
- el cuadrángulo de las monjas: cuatro edificios a cuyo patio central se accede por un arco
- el juego de pelota (aunque más pequeño que el de Chichén)
- el palacio del gobernador
- las vistas del resto del asentamiento Puuc
Destacar que en gran parte de losedificios del asentamiento destacan sus fachadas muy bien conservadas; las mayor parte de las tallas evocan al dios Chaac (ya presente en Kabah) aunque hay muchas más formas.
Cuando son las 17:00 los vigilantes del parque nos hechan del mismo con sus silbatos e indicaciones. No somos los únicos (quedan algunos más como nosotros). La sensación de frustación es grande por no poder permanecer dentro un poco más. Lo único bueno es que hemos hecho la visita con poco calor a esas horas y poca gente (como podéis ver en las fotos no hay ni dios - salvo Chaac y nosotros - ja ja).
Entonces nos llevan a comer (POR FIN!!!!): son las 17:30 hrs: podría ser comida aunque también se acepta ser merienda. Cena?
Comemos con hambre un menú bastante normalito aunque tienen sopas, carne (Poc Chuc y pollo a la yucateca) y fruta. De postre probamos "crema española": el camarero acaba confesando que en realidad se trata de crema CATALANA sin el caramelo quemado por encima.
Como nos queda como plato fuerte del Tour el espectáculo de Luz y Sonido de Uxmal pero es a las 20:00 hrs resulta que NOS SOBRA una hora!!! Nos llevan al Museo del Chocolate (que está justo al lado de las ruinas). No nos da tiempo de verlo por dentro pero sí de comprar un delicioso chocolate en la tienda que devoramos todos en un santiamén (David se come media tableta sin exagerar). Dos semanas sin chocolate son demasiado tiempo!!!
Después vamos a ver el espectáculo de Uxmal. Teniamos una gran curiosidad por ver uno (nos perdimo el de Chichén) y hay que reconocer que la experiencia merece la pena. No sirve la entrada previa (se paga a parte: un total de 83 pesos por adulto; en Chichén estaba incluido con la entrada previa a la zona arqueológica). Te hacen entrar al anochecer en las ruinas hasta llegar al Cuadrángulo de las monjas donde colocan unas sillas en lo alto de uno de los edificios. Desde allí nos sentamos con los niños (Jordi con David encima y Fani con Lauira) a ver el espectáculo. Es muy bonito: dura 45 minutos y se iluminan gran parte de los edificios del asentamiento con colores y secuencias diferentes. Durante el mismo te cuentan leyendas sobre la historia de Uxmal, de los reyes mayas que allí vivieron y los dioses que veneraron. Conoces al dios Chaac y a Kuculkán. Conoces la importancia del agua para la cultura maya. Muy chulo. David no pierde detalle y pregunta muchas cosas. Miramos al cielo y vemos el cielo estrellado. A lo lejos vemos pasar una tormenta. Ya os digo que valió la pena.
Después hay poco que contar: un viaje de hora y media hasta llegar a casa un poco antes de las 23:00 hrs en el que los verdaderos héros son nuestros niños. Ni una queja. Ni un llanto. Mimitos y alguna sonrisa después de un día largo y exigente.
Nos despedimos de Mérida, donde a pesar del calor hemos pasado unos días muy emocionantes.
Después vamos a toda pastilla hacia Uxmal: ya hemos explicado antes que llegamos con la taquilla a punto de cerrar aunque logramos entrar (la entrada nos cuesta lo mismo igualmente: 203 pesos por adulto). Lo recorremos con David todavía dormido en el carrito en la primera parte; a media visita se despierta y lo cambiamos por Laura. Para ir más deprisa (dada la premura) hay tramos en que Fani y yo nos separamos: uno se queda con los 2 niños y el otro va con lacámara a hacer las fotos (especialmente los tramos de escaleras elevados). Nos sorprende que Uxmal (se suponía que era el plato fuerte del día) se halla muy bien conservado como podréis juzgar en elas fotografías. Muchos edificios se conservan mejor que el propio Chichén
Destacan especialmente:
- la pirámide del adivino
- el cuadrángulo de las monjas: cuatro edificios a cuyo patio central se accede por un arco
- el juego de pelota (aunque más pequeño que el de Chichén)
- el palacio del gobernador
- las vistas del resto del asentamiento Puuc
Destacar que en gran parte de losedificios del asentamiento destacan sus fachadas muy bien conservadas; las mayor parte de las tallas evocan al dios Chaac (ya presente en Kabah) aunque hay muchas más formas.
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| La pirámide del adivino |
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| Fani y Laura en el interior del Cuadrángulo de las monjas |
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| El juego de pelota |
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| Vistas de la ciudad de Uxmal: la Pirámide del adivino y el Cuadrángulo de las monjas |
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| David y Laura corriendo en dirección al Palacio del gobernador |
Entonces nos llevan a comer (POR FIN!!!!): son las 17:30 hrs: podría ser comida aunque también se acepta ser merienda. Cena?
Comemos con hambre un menú bastante normalito aunque tienen sopas, carne (Poc Chuc y pollo a la yucateca) y fruta. De postre probamos "crema española": el camarero acaba confesando que en realidad se trata de crema CATALANA sin el caramelo quemado por encima.
Como nos queda como plato fuerte del Tour el espectáculo de Luz y Sonido de Uxmal pero es a las 20:00 hrs resulta que NOS SOBRA una hora!!! Nos llevan al Museo del Chocolate (que está justo al lado de las ruinas). No nos da tiempo de verlo por dentro pero sí de comprar un delicioso chocolate en la tienda que devoramos todos en un santiamén (David se come media tableta sin exagerar). Dos semanas sin chocolate son demasiado tiempo!!!
Después vamos a ver el espectáculo de Uxmal. Teniamos una gran curiosidad por ver uno (nos perdimo el de Chichén) y hay que reconocer que la experiencia merece la pena. No sirve la entrada previa (se paga a parte: un total de 83 pesos por adulto; en Chichén estaba incluido con la entrada previa a la zona arqueológica). Te hacen entrar al anochecer en las ruinas hasta llegar al Cuadrángulo de las monjas donde colocan unas sillas en lo alto de uno de los edificios. Desde allí nos sentamos con los niños (Jordi con David encima y Fani con Lauira) a ver el espectáculo. Es muy bonito: dura 45 minutos y se iluminan gran parte de los edificios del asentamiento con colores y secuencias diferentes. Durante el mismo te cuentan leyendas sobre la historia de Uxmal, de los reyes mayas que allí vivieron y los dioses que veneraron. Conoces al dios Chaac y a Kuculkán. Conoces la importancia del agua para la cultura maya. Muy chulo. David no pierde detalle y pregunta muchas cosas. Miramos al cielo y vemos el cielo estrellado. A lo lejos vemos pasar una tormenta. Ya os digo que valió la pena.
Después hay poco que contar: un viaje de hora y media hasta llegar a casa un poco antes de las 23:00 hrs en el que los verdaderos héros son nuestros niños. Ni una queja. Ni un llanto. Mimitos y alguna sonrisa después de un día largo y exigente.
Nos despedimos de Mérida, donde a pesar del calor hemos pasado unos días muy emocionantes.
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