21 de mayo de 2009

MOCHES Y CHIMUS

Despedida en Cuzco 9-10 de Mayo


Después de más de 10h de viaje por fin llegamos a Cuzco. Entenderéis que lo primerísimo de todo fuera una ducha de agua caliente!! En cuanto a la ropa, mejor no hablar de los olores… ( tocó servicio de lavandería de urgencia ).

Era nuestro último día y decidimos ir a visitar la famosísima catedral. La visita fue audioguiada ( con cascos y casette con musiquita de fondo ). Mezcla de estilo Cuzqueño con Barroco, el resultado es impresionante. Ubicada en la plaza de armas consta de un edificio principal y dos pequeñas iglesias añadidas en el siglo XVIII: la capilla del Triunfo y la de Jesús, María y José. No entraremos en detalles pero sí queremos destacar algunos aspectos de la visita ( la verdad es que nos tuvo entretenidos un par de horas ). La Catedral se empezó a construir en 1534 y ( os recordará lo vivido en el Qoricancha ) se hizo ocupando edificaciones incas ( un templo inca - Suntur Huasi - y el palacio de Huiracocha ).

También conocimos a San Gabriel, el santo de los pecadores... mientras escuchábamos anonanados el casette delante de un cuadro, una mujer se nos acercó y nos contó que la imagen del cuadro era de San Gabriel. Quien se coloca a su izquierda es un pecador. Los dos estábamos a la izquierda del cuadro pero yo me salvo un poco porque estaba menos a la izquierda que Jordi.

Topamos con los restos de Garcilaso de la Vega, a quien habíamos oído nombrar mucho en nuestra guía de viaje. Fue hijo de una princesa Inca y un soldado español ( a lo Pocahontas ) y escribió crónicas sobre los incas y su pasado. Mucho de lo que se sabe sobre la historia de los incas es gracias a él.

Comimos por última vez en nuestro restaurante preferido y cogimos el avión para hacer escala en Lima.

Era nuestra segunda vez en Lima y para mi fue como la primera, ya que bajo los efectos de las benzodiacepinas una no se acuerda de mucho. Fuimos al visitar el Parque de la Muralla donde había feria y mogollón de gente. Era el día de la madre ( que en Perú se celebra una semana más tarde que en España ) y todo el mundo estaba de celebración

Por la noche nos dirigimos a Cruz del Sur para coger el bus que 9h después nos dejaría en Trujillo, a unos 550km al norte de Lima. El viaje en Crucero Suite fue una pasada. Es bastante económico. Vale la pena si al día siguiente tienes intención de aguantarte de pie unas horas. En el bus dormimos como niños.

ANTES DE LOS INCAS
11 a 13 de Mayo

Decidimos incluir Trujillo en nuestra ruta porque des de allí se llega a Chan-Chan, la ciudad de adobe más grande del mundo.


Trujillo es bastante colonial. Cerca de la plaza de armas visitamos la casa Ugarte y la casa de la Emancipación. Son las únicas que se pueden visitar. Tienen una larga historia de personajes famosos que habitaron en ellas. Familias que lucharon por la independencia.

A medio recorrido dimos con el Museo Arqueológico y nos animamos a visitarlo. La verdad es que merece la pena: la colección, organizada en 7 salas, da un repaso a las culturas de la coste norte de Perú situándolas en su contexto histórico y geográfico. También hay salas dedicadas a Chan Chan y ejemplares de cerámica mochica (la que más nos gustó es la figura del pato guerrero)



Al día siguiente (12 de Mayo) nos fuimos a visitar Chan Chan: una gigantesca ciudad de adobe, de 14 km cuadrados, que fue capital política y administrativa del Reino Chimú (preinca: 850 -1440). Se dice de ella que es la ciudad de barro más grande del mundo y desde el 1986 es considerada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Daros prisa si queréis verla... se deshace como un azucarillo...



Sólo se puede visitar la parte de la ciudadela Tschudi y, la verdad, nos decepcionó un poco. No es tan grande como parece de entrada y se conserva muy mal (será porque tiene más de 1200 años). Nos gustaron la grandiosidad de la Plaza Ceremonial y algunas de las pocas decoraciones que quedan (para los que tenemos muy poca imaginación se trata de nutrias y olas de mar).



Después nos dio por visitar el Museo del Sitio (incluido en la entrada de Chan Chan) y que prometía mucho pero la cosa se quedó en agua de borrajas... Muy pobre, la verdad. Allí nos encontramos con el Viringo, el perro sin pelo del Perú que actualmente son especie protegida y que parece una rata gigante.


Nos fuimos a pasar el resto de la mañana a Huanchaco, pueblo pesquero con playita y terrazas donde comimos y paseamos. Allí nos encontramos un montón de surfistas (es como Salou pero a lo peruano) y unas embarcaciones muy curiosas: los "caballitos de totora"


Por la tarde visitamos un par de Huacas: vestigios de pirámides de la época Chimú: La Esmeralda (una caca) y la del Arco Iris o del dragón ( mejor conservada y bastante espectacular)



Al día siguiente (13 de Mayo) nos fuimos en bus local (ya sabéis: esos que son muy baratos pero hacen mil paradas y van atestados de gente) hacia el Complejo Arqueológico de la Huacas del Sol y la Luna. Sólo se puede visitar la de la Luna (la del Sol aun no ha sido excavada por falta de presupuesto). Pertenecen a la cultura Moche (200 a. C - 600 . d. C)


La visita a la Huaca de la Luna es obligatoria hacerla en grupo guiada. Te da tiempo a hacer fotos y mola. Se sabe que era un templo de adoración y culto al dios Ai-Apaec o Decapitador y en él se hacían un montón de sacrificios humanos: con la sangre de las víctimas degolladas (el cuerpo no interesaba para nada y lo tiraban) se hacían ofrendas y adoraciones. El templo es una pirámide invertida y consta de cinco edificios (cada cien años construían uno nuevo sepultando el anterior: esto ha permitido que se conserven en buen estado las paredes enterradas y, de este modo, podemos contemplar el rostro del dios Degollador en colores ). A pesar de estar muy deteriorada, la verdad es que podías llegar a hacerte una idea de las dimensiones descomunales del lugar y imaginartela llena de gente.



Nos fuimos a comer y después nos dio por visitar el Museo de Casinelli que se esconde en el sótano de una gasolinera (ni el taxista sabía que existía...; lo encontramos por la guía). Allí nos recibió el propio Casinelli (a sus noventa años de edad todavía busca un patrocinador que le ayude a construir un museo, para el que el Ayuntamiento de Trujillo no ofrece mejor lugar) y su celador que nos guió y aleccionó durante la visita. El "Museo" es una sala de unos cien metros cuadrados donde, en estanterías de madera protegidas por malla de alambre, se amontonan un cúmulo de piezas de cerámica de las culturas de la costa norte peruana (que puedes ver como si estuvieran en el desván de una casa particular; sólo por esta "forma de exposición", ya les prestas una atención especial). Incluye hasta una momia mochica de una niña con deformaciones genéticas de unos 15 cms...


Después hicimos tiempo (el bus de Cruz del Sur que debía devolvernos a Lima salía a las 23:30 d ela noche) viendo una peli en versión original en un cine céntrico y cenando en un restaurante que se suponía tenía raíces asturianas...

Tras sobrevivir al viaje nocturno (por más cómodo que sea, acabas hasta las narices) llegamos a Lima por tercera vez (14 de Mayo). Decidimos alojarnos en un Hotel cerca del centro ( la diferencia de precio, que no era mucha, fue compensada por los taxis que no tuvimos que coger ).

Aprovechamos para regalarnos una visita al Palacio del Gobierno (sólo nos dejaron entrar en un par de salas aunque merecían por sí mismas la visita: sencillamente espectaculares recordando al mismísimo Versailles...) aprovechando una exposición itinerante de algunos objetos pertenecientes al Museo Tumbas Reales de Sipán (que se ubica en la localidad de Chiclayo y que ya no nos dio tiempo de visitar en nuestro viaje). Tras ver un video informativo pasamos a ver una representación de la tumba donde se encontró al Señor de Sipán (uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del Pérú de las últimas décadas) y diversas joyas, atuendos y objetos rituales. El lugar estaba atestado de gente, se entraba por turnos y sólo te dejaban diez minutos para recorrer la sala (aunque nosotros nos hicimos los "despistados" y repetimos con el grupo siguiente). La entrada era gratuita.


Después hicimos una visita rápida a la catedral y paseamos por el centro tranquilamente, como quien no tiene nada que hacer. Comimos en una terraza (la del primer día aunque Fani no se acordaba de haber comido allí) y por la tarde descansamos, preparamos las maletas y hicimos un último paseo por Lima.


A la mañana siguiente tocó nuestro último madrugón para coger el avión de vuelta. El taxi nos costó sorprendentemente poco ( lo que nos hizo pensar en las veces que habíamos sido estafados ). Una capa de niebla y arena envolvía la ciudad. Al llegar al aeropuerto el panel de salidas estaba lleno de letras mayúsculas en rojo que anunciaban vuelos retrasados o cancelados. Jordi y yo nos miramos con resignación. Nuestro vuelo se retrasaría.

Después de facturar las mochilas fuimos a la puerta de embarque, donde esperamos pacientemente durante 4 horas. La compañía no daba ninguna explicación, pero estaba claro que no despegábamos. Cuando el avión llegó, el responsable del mostrador no desistió en llamar a algunos de los pasajeros por su nombre y apellido ( no sabemos por qué ) pero una tal Lupita no apareció y parecía que nadie subiría al avión hasta que se la encontrara...

Finalmente subimos al avión, y tal como estaba previsto, perdimos la conexión Madrid- Barcelona. En Madrid volvimos a facturar el equipaje, no sin haber estado esperando las maletas en la cinta durante casi dos horas más. No nos sirvió de mucho, ya que las maletas no llegaron a Barcelona...

No fue fácil conseguir que la compañía nos facilitara los billetes para barna, pero después de una hora y media ( y yo era la tercera de la fila ) ya los teníamos en la mano. En 10 minutos embarcábamos !!
La vuelta Lima- Reus nos costó 24h!!





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