29 de marzo de 2008

EL GRAN BUDHA DE LESHAN I LOS PANDAS


COMO EN LAS PELIS DE INDIANA JONES

Regresamos a Chengdu el 23 de febrero. Después de 4 intensos días de frío, arroz, galletas caducadas y karaoke improvisado por parte de nuestros colegas chinos del tour al parque, nos regalamos un café en una cafeteria muy pija, cerca del centro comercial y una pizza en
-->Pizza Hut.



Al día siguiente, fuimos a ver al famoso Gran Budha de Leshan. No fue fácil; bus nº16 para llegar a la estación central, bus para ir a Leshan ( 2 horitas de viaje, esta vez más cómodo ), bus nº 13 para llegar al parque... y por fin estabámos allí. Nos encontramos con una inmensa montaña, llena de cuevas, árboles, lianas y escalinatas cubiertas de musgo y barro rojo. No pensábamos que fuera tan enorme. Tardamos casi 1 hora en llegar des de la entrada hasta el Budha Gigante. Nos perdimos varias veces, ya que las indicaciones eran más bien escasas.


Descubrimos cuevas llenas de dioses, templos con escalinatas interminables y un puente que reflejaba presumido su belleza en las aguas del río. La humedad y la niebla le daban un aspecto misterioso y místico al lugar. Increíble!!! El Budha de Leshan cuenta con el honor de ser el más grande del mundo, con una altura de más de 70 metros. Está incrustado en las rocas de la montaña y parece que con su plácida mirada explora el río, que se abre paso a sus pies. Me volví loca haciendo fotos. Jamás veré nada tan espectacular.




Nos encontramos con una china que hablaba perfectamente español, con accento andaluz!! A la salida decidimos montarnos en unos riksaws, para llegar a la parada del bus a tiempo y por qué no decirlo, porque ya no podíamos con nuestras almas.




OSOS PANDA ¡ QUÉ DORMILONES !

Hoy es 24 de febrero. Nos levantamos temprano para ir a reserva de pandas que hay a unos 10Km de Chengdu. Dado que los remolones se pasan el día durmiendo, según nos cuenta el chinito del hostal, hay que entrar al parque temprano si quieres verlos en movimiento. El madrugón merece la pena. Nunca tendré la oportunidad de ver tanto panda junto. La verdad es que en la reserva hay un centro de investigación bastante serio y de momento, han conseguido que se reproduzcan en cautividad. El panda es una animal en peligro de extinción, come casi exclusivamente bambú. De los 40kg diarios que se zampan, tan sólo absorven el 20 por ciento. Tienen digestiones largas y pesadas. Ahora entiendo por qué duermen tanto. Los pequeños son mucho más inquietos y disfrutamos como niños mirando cómo juegan y se mueven. Si tengo que ser sincera, los pandas rojos, menos conocidos, nos han gustado más. Son más ágiles y sus colores son realmente originales.

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