29 de junio de 2018

ANGKOR: EL CIELO EN LA TIERRA

¡Llegó el gran día! ¡Hoy empezamos a explorar las ruinas de Angkor!

Nos levantamos a las 07:00 am; no es un gran madrugón pero tampoco vamos a volvernos locos que vamos con niños y no estamos en Sri Lanka ( nos hicieron madrugar mucho para los safaris ).

Tras desayunar y preparar nuestro kit de supervivencia (agua, cámaras, guía de Angkor, gorras, gafas de sol, crema solar, repelente, toallitas, esterilizador de manos, manduca, paraguas, impermeables, uffff... ¡¿de verdad hace falta todo esto?) salimos a la calle. Tal y como nos imaginábamos en menos de un minuto nos abordan 3 conductores de tuk tuk ofreciéndonos sus servicios. Esta vez estamos muy interesados pues hemos planificado explorar las ruinas en este entretenido medio de transporte. ¡Los niños están entusiasmados! 


Se puede explorar las ruinas de muchas maneras: 
- con guía o sin; si lo vas a hacer sin, recomendamos estudiar un poquito los mapas y tener 4 nociones previas. 
- en coche, tuk tuk, moto o bicicleta. Nosotros lo hacemos en tuk tuk pues es un medio más barato que en coche y menos caluroso que en bici. No es muy caro.
- Hay diversos tipos de circuitos. De modo orientativo te recomiendan 2 circuitos diferentes: uno CORTO (pasa por Angkor Watt, Phon Bakheng y el edificio principal o Angkor Tohm) y otro LARGO que recorre los templos situados más al este. Con un tuk tuk tienes todo el día para realizar ambos recorridos y el chófer te espera a la entrada de cada templo el tiempo que tardes en visitarlos. Por el corto te piden 15 dólares y por el largo 17 dólares.
- en un sólo día o en varios días. Te ofrecen 3 tipos de tickets: de un sólo día, de 3 y de una semana. Escogemos el de 3 porque es el número de días que tenemos planificados para explorarlas. Te cuesta 62 dólares. Es importante saber que en el caso en que se prevea una estancia un poco más larga que la nuestra puedes gastar los 3 días en días no consecutivos dentro de una semana natural a la fecha de adquisición. El de 7 días cuesta 72 dólares.

En nuestro caso todo va rodado de un buen principio: nos ponemos rápido de acuerdo con el chófer y no hay cola para comprar el billete. En éste último caso lo tienen muy bien organizado pues hay colas para cada tipo de billete. Además, hace falta una foto de carnet que te hacen ellos mismos al comprarlas. Tanto Laura como David entran gratis. Olé!!

A las 09:00 am ya estamos dentro del complejo iniciando nuestro circuito largo. Escogemos como primera parada el enclave estrella del día: el TA PROHM. Construido en 1186 por Jayavarman VII, es un templo budista dedicado a su madre. Dos cosas llaman poderosamente la atención. La primera es su estado de conservación: aun mantiene su torres, patios cerrados y estrechos pasajes. La segunda es que las ruinas se hallan envueltas por una tupida vegetación y que numerosos árboles sobresalen por encima de las construcciones. Recorres sus pasillos con la boca abierta escuchando los sonidos de la selva y sin poder dejar de disparar la cámara de fotografiar sin descanso. Desgraciadamente (la felicidad total no existe) nos encontramos con 2 pequeños inconvenientes. El primero es que los niños deciden iniciar sus conatos de rebeldía ya en esta primera visita. Que si hace mucha calor ( tienen razón ), que si nos aburrimos, que si estamos muy cansados, ... Los despistamos un poco con la promesa de piscina por la tarde y haciéndoles participes de la visita tomando fotos o grabando vídeos. El segundo inconveniente es la llegada de una turba de turistas orientales muy ruidosos y maleducados. Toman los puntos clave del templo en tropel y no paran de hacerse fotos por doquier importunando a los demás visitantes. Pillamos a un par intentándose hacer una foto con Laura y tenemos que intervenir de inmediato (¡Qué morro! ¡Y sin pedir permiso! -nos dice Laura). Nos tenemos que esperar un ratito a que pasen todos. El guía que los acompaña, avergonzado, nos recompensa con reportaje un fotográfico a los pies de un espectacular árbol ancestral en medio de las ruinas. Terminamos la visita con más tranquilidad de la inicial. ¡Sólo la visita a este templo ya justifica el viaje a Siem Riep!










Tras esta intensa visita, hacemos un alto en el camino para refrescarnos tomando unos zumos (mango, limón y piña). Después seguimos con el circuito largo. La segunda parada es el TA KEO. Construido entre finales del siglo X y principios del siglo XII por los reyes Jayavarman V y Suryavarman I, estaba dedicado a Shiva. No se logró terminar pero pretende ser una réplica del Monte Meru. Se levanta 22 metros. No hay mucho que explorar; "sólo" hay que escalarlo. ¿Escalar? ¿Alguien dijo escalar? ¡Pero si tenemos a nuestras fierecillas entre nosotros listas para tomar las riendas del "asunto"! De repente los ánimos del grupo se disparan y empezamos a ver a David dándole consejos a Laura de cómo realizar la ascensión. La subida es progresiva por varios niveles de escalinatas hasta 2 plataformas superiores y la torre final central. A la primera llegamos con facilidad los 4. A partir de allí convencemos a Laura de no seguir (las escaleras son muy estrechas) y subimos por turnos con David en uno de ellos, que se porta como todo un escalador. La subida te quita el hipo en todos los sentidos y no lo digo sólo por las fascinantes vistas.¡El calor empieza a pegar fuerte!



La siguiente visita nos lleva al PREAH KHAN (Espada Sagrada): este templo también fue construido en 1191 por Jayavarman VII y éste lo dedica a su padre. El complejo es sencillamente ENORME: cubre 56 hectáreas. Está dividido en 4 murallas concéntricas. La primera está rodeada por un amplio foso. Al igual que el de Ta Prohm también está envuelto por una extensa selva y no se le queda atrás en espectacularidad todo y que sea menos famoso motivo por el cual tenga menos visitantes. A nosotros la visita nos encanta. Los relieves están muy bien conservados, tiene un sinfín de corredores bajos y estrechos y es uno de los templos más grandes de Angkor. Los niños empiezan a estar cansados aunque se portan muy bien. David se entretiene buscando bichitos. Nos viene a buscar emocionado por encuentra una enorme tela de araña en el altillo de una puerta con su dueño amenazador. Se queda un rato todo emocionado allí alertando a los turistas que pasan por allí de la presencia del peligroso ser arácnido. ¡Muchos se paran a fotografiarlo!


 




Después decidimos hacer un alto para comer. ¡Ya son las 13:30 pm! Nos paramos en uno de los muchos restaurantes para turistas que hay a pie de carretera a lo largo del camino. Limpieza dudosa, gatos y comida mediocre nos esperan. ¡Y no es barato! Pero que se le va a hacer... ¡Estamos explorando el reino milenario de Angkor y no es momento de andarse con remilgos! Además no hay nada que no pueda arreglar nuestro socorrido plato de fruta para los postres y las botellas de agua heladas.

Para la tarde reservamos la visita a 2 templos para completar el recorrido largo:
- primero pasamos por el PREAH NEAK POAN (templo de las nagas entrelazadas). Vuelve a ser obra de Jayavarman VII a finales del siglo XII. Es un templo diferente a los restantes pues las construcciones están diseñadas sobre unos estanques y hay numerosas representaciones animales. Lo más espectacular no es el templo en sí sino el camino para llegar hasta él: una larga pasarela sobre un lago te permite llegar hasta el recinto. ¡Es muy hermoso! Los niños están de muy buen humor y lo recorren delante nuestro "hablando de sus cosas".




- después pasamos por el templo PRE RUP: es muy similar al de Ta Keo. También tiene una estructura piramidal y simula de nuevo el Monte Meru. De nuevo hay que hacer un poco de escalada aunque aquí las escalinatas no son tan estrechas. Los niños vuelven a presentar una auténtico subidón y es que los 2 se lo toman como un reto. Esta vez no vemos mucho peligro y conseguimos subir los 4, Laura incluida ( no hemos podido hace fotos porque nos hemos quedado sin batería, claro).

La visita termina haciendo una breve parada para contemplar las vistas del estanque del SRA SRANG aunque estamos todos ya muy cansados. Son las 16:30 pm y sigue haciendo mucho calor. La buena noticia es que es el primer día que no nos llueve. ¡Y es que estamos en pleno Monzón!

¡La piscina nos espera!
Acabamos cenando en un buffet chino, sí, he dicho chino! Terrible. Ah, y no hemos necesitado ni la manduca, ni los paraguas, ni los chubasqueros!

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