2 de diciembre de 2017

VIENNA'S WINTER

Este año como nos quedaban unos días libres y el Puente de Diciembre cae en unas fechas ideales,  optamos por hacer una "escapada". Tras pensarlo detenidamente nos decidimos por Viena. Tenemos ganas de frío, nieve, ciudad con encanto y, sobre todo, de Navidad. Y la verdad es que Viena cumple todos los requisitos.

Volamos con Ryanair la mañana del sábado 02 de Diciembre. Tenemos el vuelo a las 11:00 a.m. por lo que no nos representa ningún madrugón importante; nos basta con mantener el mismo horario que el de nuestras mañanas habituales. Es un viaje sin sobresaltos: el vuelo dura poco más de 2 horas. Los niños lo agradecen: el último duró cerca de 12 horas y con escala ( viaje a Sri Lanka ). A nuestra llegada nos espera un taxi que nos lleva al hotel en media horita. 

Nos alojamos en un apartamento en el barrio de Leopoldstadt ( el Apartment Octocom Wien de la calle Hammer - Purgstallgasse ). La verdad es que, a pesar de no ser nada glamuroso, está muy bien. Es un apartamento muy funcional. En la cocina no falta de nada. El comedor es amplio. Tienes en un extremo el sofá y una cama grande para dos. En la entrada otras habitación con cama de matrimonio. La wifi funciona genial. Y lo más importante: la calefacción calienta de cine; puedes ir por el apartamento en manga corta. Tienes un supermercado a menos de cinco minutos ( es un SPAR: tienes de todo ). Otro de los puntos a tener muy en cuenta es su excelente ubicación: en 10 minutos a pie te plantas en la Catedral y el centro histórico. El precio está bien teniendo en cuenta la oferta hotelera que hay cerca. Es buen sitio para alojarse y lo recomendamos. Justo al lado tienes un complejo lúdico termal que nos recomienda nuestra anfitriona Nora ( ideal para familias y con toboganes de agua ) ¡ Lástima que no lo sabíamos y no nos ha dado por traer los bañadores !

Lo primero que hacemos es ir al supermercado a abastecernos. Compramos para unas cuantas comidas y volvemos al apartamento a comer. Se nos ha hecho un poco tarde: son las 16:00 ( menos mal que a los niños les llevamos un par de bocatas para el avión ). Comemos en el apartamento mientras afuera... ¡ empieza a ANOCHECER !

Después de reponer fuerzas decidimos salir un rato bien abrigados para echar un vistazo al centro y situarnos un poco en previsión a prepararnos para lo que está por llegar. Nos llaman la atención 2 cosas. La primera es la cantidad de gente que hay por la calle. Es sábado por la tarde y, como era de esperar en cualquier ciudad con tiendas, una enorme cantidad de gente se desplaza por todos y cada uno de los rincones de la ciudad. Las cafeterías y las tiendas están a rebosar. Llegamos hasta la Catedral de Stephansdom: hay paraditas navideñas alrededor... envueltas por una verdadera muchedumbre que se agolpa alrededor de ellas. 


La gente se detiene a tomar bebidas calientes para entrar en calor ( ponches o vinos ) y diversos tentempiés. Se toman de pie. Te sirven hasta sopas en cuencos de pan y la gente se las pide y toma igualmente allí en medio de la calle y a la intemperie. Y aquí viene la segunda cosa que nos llama poderosamente la atención: hace MUCHO frío. La temperatura llega a -3ºC. Apenas aguantamos una hora. Menos mal que hemos ido bien equipados. Sólo hemos fallado con los guantes: llega un momento en que se nos empiezan a congelar los deditos de las manos y optamos por regresar y dar por finalizada nuestra "escapada nocturna". La verdad es que estamos cansados del viaje y, tras un baño reparador y una cena sencilla, nos metemos en la cama sin tiempo para más y antes de las 22:00 ya estamos todos bien dormiditos. 

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