1 de septiembre de 2015

COBA Y GRAN CENOTE

Empezamos el día con el firme propósito de cambiar nuestro alojamiento: a los pequeños inconvenientes de no tener casi agua ni casi luz, hay que añadir que pasamos una noche de auténtico bochorno logrando descansar a duras penas. Laura se ha despertado mil veces pidiendo agua y finalmente ha conseguido hechar a su padre de la cama. Nos quedan 4 noches más en Tulum pero tenemos claro que no será en las cabañas de Playa Esperanza.
A las 08:15 horas teniamos contratado un taxista para iniciar las excursiones del día. Nos levantamos a las 07:00 y en apenas una hora y media tenemos contratado un apartamento (adoro Internet) y tenemos listas las maletas.
El apartamento se halla lejos de la zona más turística de Tulum pero tiene aire acondicionado, cocina, electricidad las 24 hrs del día, piscina y 2 habitaciones separadas con camas grandes para poder descansar más anchos. No es un gran lujo pero supone un salto importante de calidad en relación a nuestro alojamiento original. Y es más barato: 217 euros!

Nos vamos con el taxi a Cobá. Desayunamos en el restaurante La Pirámide que se encuentra justo al lado de las ruinas (tardamos unos 45 minutos en llegar con el coche): precio asequible, cocina regional y tremendas vistas. Nos gusta tanto que quedamos en regresar al mediodía para la comida.

Las ruinas de Cobá están en medio de una frondosa selva. Los diferentes asentamientos están separados bastante entre sí con los que terminas caminando unos 3 km desde la entrada al asentamiento final. La ida la hacemos a pie (también tienes la opción de alquilar una bicicleta o un servicio de taxista con bici (120 pesos ida y vuelta y 70 pesos sólo la vuelta). Desestimamos el carrito y nos llevamos a Laura en la manduca. A medio camino nos sorprende una intensa lluvia y nos resguardamos unos 15 minutos bajo una palapa

Las ruinas son atractivas aunque, comparadas con lo visto con anterioridad, son mucho menos espectaculares. Lo mejor, el emplazamiento.  Hay 2 juegos de pelota, un observatorio y, al final del trayeco, te encuentras la gran pirámide Nohoch Mul (de 42 metros de altura y la más alta de todo Yucatán): al igual que la de Ek Balam también puedes subir (con precaución; de nuevo lo hacemos por separado y sin los niños) y las vistas quitan el hipo. El camino de vuelta lo hacemos esta vez sí alquilando un taxi carrito. Hacemos la visita en aproximadamente 2 horas y media.








Después volvemos a comer en el restaurante La Pirámide: al mediodía sirven un buffet con comida yucateca con un precio muy decente. Nos encanta su pollo pibil. 
PIBIL es todo alimento que se envuelve en hojas de plátano y se cocina después en una cazuela de barro. Se hace sobre unas piedras calientes en un agujero en el suelo. Las brasas se hacen con maderas. Y creedme cuando digo que está  tierno y muy sabroso. 
Las vistas del lago son relajantes, todo lo relajantes que se puede cuando intentas dar de comer a Laura. 


Tras reponer fuerzas y con el tiempo un poco justo nos dirigimos al Gran Cenote. Te lo encuentras volviendo por la carretera de Cobá en dirección Tulum ya muy cerca de llegar al pueblo. Sencillamente impresionante y mira que hemos visitado ya unos cuantos... 
Allí nos encontramos muchas sorpresas: aguas tranquilas y cristalinas, una primera caverna muy grande por donde entra mucha luz (es casi abierto), peces, tortugas y... un TRAMO SUBTERRÁNEO de aproximadamente 30 metros que comunica con una segunda apertura del cenote con el exterior más pequeña. El tramo se puede franquear sin problemas aunque tienes una cuerda para agarrarte en los tramos en los que no tocas el fondo. Nos encanta. Lo pasamos varias veces; una de ellas con David! Todo un campeón! Se pone muy contento cuando lo consigue (le cuesta mucho entrar porque el agua está muy fría. Para los niños es mejor intentar pasar el tramo empezando desde la apertura más pequeña del cenote (la entrada es mucho más sencilla) y saliendo por la más grande. Mientras Jordi atraviesa el tramo con David vemos muchos murciélagos; David no les tiene ningún miedo!








Nos tienen que hechar literalmente del cenote (cierran a las 17:00 hrs; así es en todos los cenotes de la zona) pues por nosotros nos hubieramos quedado allí un par de horitas más como mínimo.
Después vamos a nuestro nuevo alojamiento. Nos quedan las fuerzas justas para escaparnos al pueblo a cambiar dinero, intentar sin éxito contratar un Tour para Sian Ka'an (demasiado caros) y hacer la compra en el supermercado. 
Tras este largo dia los niños llegan... rendidos? ... exhaustos? ...No!!! Pidiendo METERSE EN LA PISCINA!

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