LAS ESCALERAS DE EK BALAM

Otras de las ruinas mayas más conocidas de la zona son las de Ek Balam. Cogemos el autobús de la compañía ADO que sale desde la misma estación de autobuses. Se trata en realidad de una furgoneta (los asientos van numerados, tiene aire acondicionado y encima es puntual ). El horario es cerrado. Sale a las 8.30h y te recoge en la puerta de las ruinas a las 12h. Tres horas son suficientes. Esta vez no contratamos a un guía para ir un poco más a nuestro aire. 

Su descubrimiento es el más reciente. Las tallas del Trono 8 espectaculares y muy bien conservadas ) se descubrieron en 1998.
Recorremos las ruinas tranquilos y sin prisa. Apenas hay turistas. Los autobuses de turistas llegan cuando estamos a punto de marcharnos.

La visita termina en un gran palacio con una enorme escalera central que DEJAN ASCENDER libremente (a diferencia de Chichén). Cuesta subir (la bajada es aun peor) pero las vistas desde lo alto son sencillamente ESPECTACULARES.
Explorando con David las estancias de la planta baja encontramos una higuana, murciélagos y una mesa antigua que David utiliza como pista de carreras para su coche de juguete.

  

Árbol sagrado: la ceiba

La ceiba es un árbol sagrado para los mayas. Existe la creencia de que sus raíces llegan al inframundo y sus ramas al cielo.

Después de reponer fuerzas y refrescarnos cocacola en mano, volvemos a Valladolid. Comemos en el restaurante El Atrio, en plena plaza. Ya habíamos comido ahí el primer día y nos encantó. Hoy toca un plato típico Yucatenco y más concretamente de Valladolid, la cochinilla. Por supuesto, no faltan las tortillas, al aguacate y el guacamole.
Es domingo, y la plaza está muy animada. No podemos resistirnos a las colchonetas hinchables.

Después de comer nos vamos paseando hasta Zaci, el cenote de la ciudad. David disfruta como un enano. Y nosotros...también. En esta ocasión, el cenote no está tan explotado de cara a los turistas. Todo es más relajado.

Volvemos a casa caminando por las callejuelas de Valladolid.