8 de agosto de 2014

EL PAPEL DEL TAXI

Volvemos a casa. Normalmente no es un día para contar muchas cosas, pero  eso es cuando todo va según lo previsto. Y es que ha sido un día raro. Primero nos enteramos de que la compañía de autobuses que va de Oslo al aeropuerto de Rygge ha quebrado. 300 noks a la basura, porque ya habíamos comprado los billetes por Internet desde la página de Ryanair. Ahora hay otra compañía en su lugar pero ya no nos fiamos.

Decidimos ir en tren. Cuando por fin conseguimos encontrar en la estación ( es enorme ) dónde se compran los tickets, nos dicen que la línea está en obras. En su lugar, han dispuesto en el andén 19 unos autobuses. Compramos los tickets. Cuando llegamos al andén 19, nos miran primero a nosotros, y después a los peques, y nos dicen que no tienen sillas para ellos y que no pueden subir.

Sobre las sillas de bebé: en Noruega tienen muy aprendido lo de llevar a los bebés en sillas homologadas. En Stavanger nos las vimos y deseamos para encontrar un taxi que quisiera subir a los dos peques. Nos negábamos a ir en dos taxis diferentes. Finalmente, un taxista acceptó llevar a Laura en su silla y a David sin ella.  Las llevan en el maletero.
En Flam, donde cogimos el autobús para ir a Gudvangen, la chica que nos vendió los tickets nos sacó de debajo del mostrador una sillita para Laura. Y por supuesto, obligadísimo llevar el cinturón. 

Como no me planteo abandonar a mis hijos en otro país pongo cara de bloqueo mental. Justo antes de la crisis de pánico nos dan un papelito que sustituye a los tickets del bus. Es el papel del taxi... con el que nos llevan al aeropuerto. Y lo mejor de todo, sin pagar nada de más ( la carrera salía por 1500 noks ! pero no nos toca pagar nada ).

Por fin llegamos al aeropuerto, comemos tranquilos ( nota mental: mi concepto sobre la tranquilidad es muy diferente desde que tengo niños ) y subimos al avión!





Las reflexiones las dejo para más adelante,  cuando haya tenido tiempo de asimilar todo lo que hemos vivido durante estos días con nuestros hijos, en uno de los países más bonitos que jamás he visto. Lo que sí puedo decir, es que he vuelto llena de energía,  con ganas de reír, gritar, correr y saltar. Lista para pasar más tiempo con mis niños.  Lista para seguir explorando. 

No hay comentarios: