22 de junio de 2014

Laura

Laura tiene ya 14 meses. Es simpática y siempre sonríe, es curiosa y atrevida y muy activa. Todo lo explora. En su primera vez en la playa tocó la arena con curiosidad y sorpresa.
Esa capacidad que solo tienen los niños... la sorpresa. Lástima que con la edad se nos olvida.

Me despierta con una sonrisa infinita que me llena de energía.  Esta es mi niña.

El embarazo: 
Sabía que esa iba a ser mi última vez, así que intenté vivirlo intensamente. Una idea muy romántica, ¿ verdad ?
Y así es como lo viví en realidad:
- Mucho más pesada que con David ( es inevitable hacer comparaciones ) ya que engordé mucho más. 
- También más nauseosa ( el primer trimestre sobretodo ). No todos los días clausuran el lavabo de un avión por tu culpa.
- Más cansada, y más lenta, como una tortuga. Normalmente tardo 10-15 minutos en llegar al trabajo. Con mi barriguita tardaba hasta 30 minutos!! Supongo que tener 36 años  también contaba.
- Más ocupada: David no para. Es energía. Y energía con energía se paga, ¿ no ?

- Más preocupada: ¿ cómo iba a vivir David todos los cambios que se acercaban ? Antes de que naciera Laura le quitamos el chupete, el pañal y empezó a dormir solito en su habitación. Preparamos su habitación juntos e incluso hizimos una pequeña fiesta de inauguración. Todo un acontecimiento.

 
 
 

El parto:
Empecé con  contracciones a las 3am del día 19 de abril. Yo miraba el reloj. Cada 5 minutos...sí. No avisé a Jordi. Esperé. Al fin y al cabo todavía faltaban dos semanas...
A las 6am llamé a mis padres que vinieron a encargarse de David.
A las 7am estaba en el hospital. Rompí aguas en la cama del box.  Uffff. Tocaba quedarse.
A Jordi lo mandaron a tomar un café. Así que pasé parte del dolor de las contracciones sola. En realidad él aprovechó para hablar con mis padres que estaban preparando las cosas para llevar a David a la guardería.
Mientras me colocaban el cateter para la epidural la enfermera vio mi cara y me dijo: - Ya viene, ¿ verdad ?. y el anestesista tubo tiempo de ponerme el bolus de la epidural pero no la infusión contínua. Ya estaba encajada. Noté un golpe fuerte. Era ella. Por fin íbamos a vernos.
Fue rápido y doloroso. Pero cuando por fin la apoyaron en mi pecho, olvidé todo el dolor. No podía dejar de repetir en voz baja: - Ya está pequeña, ya está. Ya pasó-. Era preciosa. Olía genial.
Afortunadamente todo fue bien. Y como el día anterior había ido a la peluquería, no parecía una loca...je,je.
La incertidumbre de qué y cómo cuidar a un bebé sin manual de instrucciones, no la tuvimos. No éramos primerizos. Cuando mis padres llegaron al hospital, yo ya estaba en la cama de la habitación. Era viernes.

 

Su primer viaje: Bélgica( Brujas- Bruselas ).


Su cumpleaños: 1 añito!!! Lo celebramos en cas de mi hermana. Los peques se lo pasaron genial.

Su primer cumpleaños


Y lo mejor de todo, sin ninguna duda, es la experiencia de la lactancia. Y no me estoy refiriendo en absoluto al beneficio médico de sobras demostrado, sino a ese algo que espero no olvidar jamás.