Nos levantamos temprano y después de hacer maletas y cargar el coche hasta los topes, nos ponemos en marcha. Gracias al GPS llegamos al aparthotel de Carcasssonne, muy bien situado, cerquita de las murallas. Llueve, y eso nos quita un poquito de energía, pero aún así, decidimos salir caminando en busca de una de las entradas de la ciudad amurallada. Justo en las puertas hay un trenecito turístico ( desde que tenemos niños ya no nos parecen una tontería...ahora son trenes superguais pintados de colores llamativos, con campana y chimenea! ). Hoy es el cumpleaños de David. 3 añitos!!!! Subir al tren es el regalo perfecto ( a David le entusiasman ).
El trenecito nos pasea por los exteriores de la ciudad amurallada e incluye unas breves explicaciones sobre la misma muy interesantes. Después del paseo en tren, entramos en la ciudad. Llueve, así que comemos en una terracita. Jordi se atreve con el cocido típico ( parecido a la escudella catalana pero con carne de pato ). Después de un merecido descanso, sale el sol. Qué suerte !! Recorremos la ciudad paseando, sin prisa. En la iglesia descubrimos a un cuarteto que canta como los ángeles. La música envuelve os muros y David se duerme en el carrito ( ¡¡ qué acertado haberlo traído !! ).
Volvemos al aparthotel donde celebramos el cumpleaños de David y cenamos para caer rendidos en la cama. David ha recibido un mensaje de voz de su primo Hugo, y no deja de decir que quiere volver a casa para jugar con él.
Mañana nos espera la última aventura de nuestro viaje.
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