26 de julio de 2013

PAIRI DAIZA

En nuestra llegada al Aeropuerto de Charleroi vimos anuncios del parque. Ni siquiera habíamos oído hablar antes de él pero decidimos pasar el día en el Parque Zoológico de Paira Daiza por los peques.
La verdad es que pensamos que una visita al zoo rompería con la rutina del viaje.

Significa Paraíso.
Se puede llegar en tren. Hay que coger 2:
- desde Bruselas hay que ir en dirección Quévy y apearse en Jurbisse ( son unos 46 mins )
- después trasbordo con un 2º tren hasta Cambron Casteau ( sólo 9 mins )
Desde la estación de tren en unos 20 mins caminando te plantas en el zoo.

Eso sí, el madrugón fue de consideración: nos levantamos a las 06:45 hrs con la idea de llegar al parque a eso de las 10:30. David desayunó en el tren.
Lo que no sabíamos era que nos esperaba un chaparrón de agua al llegar a la estación de Cambron Casteau. Llevávamos sólo el chubasquero de David que Fani empleó para resguardar a Laura en su manduquita y el plastico del carro que nos permitió tapar a David. Tanto yo como Fani acabamos calados por completo. Menos mal que al llegar al parque nos facilitaron un par de chubasqueros ( por sólo 3 euros cada uno ) y un paraguas monísimo. Estuvimos a punto de hecharnos para atrás con lo de la aventura zoológica pero tras el madrugón y el largo viaje optamos por hacer un último esfuerzo. Llegamos a eso de las 11:00 hrs

 

Empezamos la visita enfundados en nuestros chubasqueros. El coste de la entrada es de 24 euros por adulto ( los niños entran gratis si tienen menos de 3 años ). A pesar de la lluvia y de la fecha escogida ( viernes laborable ) ya os puedo adelantar que había bastante gente. De todos modos no había cola para comprar las entradas en la misma puerta

Lo que nos esperaba dentro fue toda una sorpresa para nosotros. Es un parque inmenso en un entorno natural enorme. Lo que llama más la atención es que se ha adaptado un espacio natural ya existente para edificar en él las instalaciones del parque. Así te encuentras que los animales tienen espacios al aire libre mucho más grandes que en los zoos a los que estamos habituados. Además cada hábitat está muy bien imitado. Así visitamos Asia, África y América.
Además nada más entrar te encuentras con una pequeña granja donde los peques pueden tocar ovejas, cerditos, pollitos, ciervos y cabras.Toda un aventura para los más peques y también para los más mayores.
¿ A quién no le gusta tocar a bambi ?

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Vimos de todo: elefantes asiáticos y africanos, jirafas, rinocerontes, hipopótamos, búfalos, lemures, jabalies, hienas, monos, papagayos, serpientes, arañas, camaleones, lagartos, cocodrilos, ranas, tortugas, cebras, peces tropicales, tiburones punta negra, perdices, leopardos, cisnes, flamencos...

David se lo pasó genial. A ratos sentado en su carro, a ratos paseando, a ratos en brazos y a ratos corriendo como un poseso
Rendido se quedó dormido al llegar a la zona de los monos por la tarde.
A mediodía ( justo cuando hacíamos el alto para comer ) salió el sol de golpe. Vaya calor! Quién nos lo iba a decir! Tuvimos que guardar los chubasqueros y utilizar el paraguas de parasol.
Lo malo: la comida. Lo mejor habría sido traerse unos bocatas. El parque está lleno de zonas de picnic para comer y habría salido más barato.

 
 
 
 
 
 
 
 
 

Otra de las sorpresas del parque fue su acuario emplazado en el interior de un edificio colonial. Las estancias del mismo decoradas como grutas y cavernas. Hacía fresquito ( lo cual es de agradecer ) y hizimos la visita con la boca abierta todo el rato. Espectacular la sala de los espejos con medusas de colores y las escaleras con cuadros de motivos náuticos. Obviamente no podían faltar referencias a Julio Verne y su capitán Nemo.

 
 

No pudimos acabar de ver todo el parque. Nos faltó tiempo. Cerraba a las 19h así que a eso de las 18:30h empezamos la vuelta. El tren pasó a las 19:15h. Nos sobraron casi 15min. Todo un record.

NOTA: cuidado con perder este tren porque el próximo no pasa hasta las 21h.

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