5 de agosto de 2012

RÍO DE JANEIRO

4 a 6 de Agosto del 2012

Nos tocó madrugar para coger el vuelo desde Foz de Iguazú a Río. Metimos todas las mochilas, maletas y carritos en el coche de alquiler, un golf 5 puertas con un minimaletero. Menos mal que sabemos jugar al tetrix.


En Río nos esperaba el conducor del transfer que contratamos a través del hostal Casa579. Es la única  vez que hemos contratado un transfer en todo el viaje y ha sido un desastre. A pesar que avisamos  que querímos un coche grande ( somos 4 adultos, dos niños, tres mochilas grandes, una maleta enorme, tres mochilas de mano y dos carritos ) el conductor nos dijo que no cabíamos todos en su coche, así que llamó a otro para que lo ayudara. Después de estar esperando más de 40 minutos, nos plantamos y le dijimos que pasábamos de él. Durante ese tiempo, el tipo, que tenía lo que los médicos llamamos prototipo cirrótico enólico ( enfermedad hepática a causa del exceso de alcohol, lo que viene a ser un borracho crónico ), durmió sentado como si nada. Al final, Jordi, David y yo fuimos en su coche y Sebas, Sandra y Hugo pidieron un taxi. Lógicamente, nos negamos a pagar el transfer. El camino se me antojó muy largo.

Superado este pequeño bache, llegamos a la posada Casa579, en el barrio de Santa Teresa. El barrio más bonito de Río, según la guía Lonely Planet. Rodeado por tres fabelas. En Río viven unos 6 millones de personas. Es una de las ciudades más famosas del mundo. ¿ Quién no ha oido hablar del Carnaval de Río, de las playas de Copacabana y Ipanema, de la samba, el fútbol, el Cristo Redentor, el mirador de pan de azúcar o de las fabelas ? Pues no todo lo que se dice es cierto. Ni siquiera en la guía Lonely Planet. Las fabelas tienen proyectos sociales y culturales gracias a los cuales han podido limpiar su imagen. También hay más policia en la calle. En ningún momento nos hemos sentido inseguros. 
El próximo mundial será aquí en el 2014 en el estadio de Maracaná.

Las vistas desde nuestra terraza en la posada son estas:


La posada no está nada mal. Las habitaciones son amplias, espaciosas, luminosas y ruidosas. El edificio, como tantos otros del barrio de Santa Teresa, es viejo pero está en un lugar privilegiado con unas vistas impresionantes. El barrio es conocido como el Montmatre de Río. Quien haya estado alguna vez en París, sabe de qué hablo. Aunque pudimos comprobar, que tal afirmación es una exageración. Suponemos que dicen que se parecen porque las calles son empinadas y por la acumulación de talleres y tiendecillas de  arte que más bien son tiendas de souvenirs. Nada más.


Por la tarde no hicimos gran cosa, sólo una primera toma de contacto con Río. Salimos a dar una vuelta al mercado Lavradio, que se celebra el primer sábado de cada mes. Como en todos los mercados, había mucha gente, tenderetes de baratijas y souvenirs para los turistas, bares y locales de donde salía música. 

Al día siguiente desayunamos en compañía de unos simpáticos macacos. david ha aprendido a decir mono.




Sabíamos que teníamos poco tiempo en Río. Un día y medio. Así que decidimos contratar un tour privado guiado para ver El Cristo Redentor, icono por exelencia de la ciudad, la catedral y el Pan de Azúcar. Raúl, un guía local de 40a, nos explicó cosas muy interesantes sobre la ciudad y sobre el país en general. El tipo ha estudiado historia y ofrece tours por el centro muy interesantes. Lástima que no teníamos más tiempo.
Empezamos el tour con la visita al Cristo Rendentor, en el parque del Corcovado ( porque es una montaña con forma de joroba de camello ). La estatua en sí no es más impresionante que las vistas de la ciudad, que sí lo son. El parque, a diferencia del de Iguazú, es público. 




Lo bueno de la visita es que no tuvimos que hacer colas. Una furgoneta te lleva desde la entrada hasta el pie del cristo. también se puede acceder en tranvía ( es como un pequeño tren cremallera ). A pesar de estar en temporada baja estaba repleto de turistas. 

Tras la visita del cristo nos hemos ido a ver unas escaleras. sí. Escaleras. Resulta que un tipo llamado Celarón, ha adornado unas escaleras de la ciudad con azulejos provenientes de diferentes lugares del planeta. Nadie le paga por ello. Nadie te cobra entrada. Nadie se loprohibe. El tal celaron, de origen chileno, simplemente vive allí. Es todo un personaje de la ciudad. 




La siguiente visita ha sido para la catedral. Desde fuera el edificio nos pareció un centro de convenciones. Es moderna. Una obra de arte arquitectónica. El interior es espectacular. Una cruz corona la bóveda desde donde se extienden hasta la base unas enormes cristaleras con motivos religiosos.


 
Más tarde hemos cogido el teleférico para subir a la colina del Pan de Azúcar. Lo único que hemos podido hacer es un café con pan de queijo ( queso ) porque ha llovido tanto que el cielo emcapotado no nos ha dejado ver nada. Lástima.



Comimos en Santa Teresa, en un local llamado Sobrenatural, conocido por su pesacado y sus camarones. Noss vamos con la sensación de no haber conocido Río.

Volvimos a la posada después de ver una pequeña parte del barrio y de hacer algunas compras.




6 de Agosto

Es nuestro último día en Río, nuestro último día en Brasil. Nada de despertador.
Desayunamos café con leche, tostadas con manatequilla, zumo de mango y mango!! Ya pensaba que me tocaría irme de Brasil sin probarlo !!!
El avión sale a las 5 de la tarde, así que decidimos no liarnos demasiado. Cogemos un taxi y nos vamos a pasear a la playa de Ipanema. 






  
Aquí acaba nuestro viaje. Volvemos a España. Seguro que los abuelos estan impacientes.


3 de agosto de 2012

IGUAZÚ Y EL AGUA

1 y 2 de Agosto
LADO ARGENTINO

Estamos en Foz de Iguazú, en el Hostal Natura, un lugar tranquilo y con ambiente mochilero, a pocos km del Parque Natural de Iguazú. Se dice que las cascadas de Iguazú son más impresionantes que las del Niágara y que las Cataratas Victoria juntas. 275 cascadas, 3km de ancho y 80m de alto.
Lo vamos a comprobar. 

Las famosísimas cascadas, Parimonio de la Humanidad, se pueden visitar desde Brasil o desde Argentina. En el lado Argentino están el 75% de las mismas y en el lado Brasileño, el resto. Aquí en  el suroeste de Brasil, a pocos km de las fronteras de Argentina y Paraguay hace más frío, sobretodo al atardecer.

Llegamos desde la ciudad de Salvador al mediodía y no tardamos en organizar nuestras aventuras de los dos siguientes días. Sandra y Sebas fueron a la ciudad de Foz a alquilar un coche ( prescindible aunque muy recomendable ) para tener más libe+rtat y a comprar cuatro cosas mientras nosotros cuidábamos a los peques y explorábamos los alrededores del Hostal. Desde la terraza vemos el río Paraná, que en su discorrer forma las cataratas de Iguazú.





Cenamos tranquilos en el Hostal y al día siguiente nos tocó madrugar. 

Después de pasar el control de inmigración, conseguir el permiso pertinente y cambiar dinero, pasamos al lado Argentino. Tras unos 18km, por fin, llegamos al Parque. 
Este lado del parque está muy bien organizado, con fáciles accesos para las sillas de ruedas y los carritos de bebés ( lo que agradezco inmensamente ), y km de pasarelas que recorren el Parque. Nos cuesta imaginar cómo pudieron construirse estas pasarelas. Hay varios recorridos, el superior y el inferior. Está todo pensado para que el turista gaste su dinero: compras la entrada ( que incluye el transporte en tren ) y después puedes contratar lo qe la entrada no incluye: paseo tranquilo en barca por el río para ver animalitos y plantas, paseo en barca por el río para llegar al pie de las cascadas, caminata por la selva... ). Tienen un restaurante, bares y carísimas tiendas de souvenirs. A pesar de todo, el lugar es tan impresionante, que nada empaña la visita del Parque.Diigamos que han conseguido mantener un justo equilibrio.

Para llegar a el recorrido superior, primero un paseo por el bosque y luego tomamos un pequeño tren ( a lo port Aventura ) que tras un recorrido por la selva subtropical de unos 20 minuos ( 10km) , nos llevó hasta una pasarela de 1100m de distancia que se recorre a pie hasta la Garganta del Diablo.
 
Mientras esperábamos el tren, unos simpáticos Coatíes se acercaron a nosotros husmeando si llevábamos comida en los bolsillos. Me sorprendió que a pesar de ser animalitos aparentemente inofensivos, en realidad, eran agresivos. De hecho, hay carteles repartidos por todo el parque  que advierten de que está prohibido darles de comer y no sólo por ese motivo, sinó porque también alteraríamos el ecosistema que mantienen con el resto del Parque. Y no queremos eso. 





Por el camino por las pasarelas nos encontramos a estos simpáticos pájaros:



La sensación de estar en un lugar privilegiado fue constante. Con los peques íbamos despacio y eso nos ayudó a apreciar todo lo que nos rodeaba. Había mariposas por todas partes y carteles de este tipo:
 



A medida que nos acercábamos a la garganta del diablo acelerábamos el paso...





Después de tomar cientos de fotos ( cuidado: te mojas) volvimos a la estación dando un paseo en barca. La excursión, obviamente, se paga aparte. El paseo fue tranquilo, lento, agradable y caluroso. El guía nos contó cosas muy interesantes sobre la fauna y la flora. Incluso vimos un caimán al que no quisimos molestar. La barca llegó a acercarse a unos 200m de una de las cascadas. Citando textualmente al guía: - Ven allí esa linea en el horizonte donde parece que el mundo se acaba... pues allí se acaba.




Después compramos unos bocatas y empanadillas y las comimos mientras nos dirigíamos al recorrido inferior. Sandra y Sebas, que ya habían estado aquí hace 8 años, nos convencieron para ver las cascadas de cerca, muy cerca. Tan cerca que sientes la fuerza de sus aguas incluso a varios metros de distancia. Deben tener muy estudiado a cuánto podemos acercarnos sin morir ahogados. Impresiona.
Tranqui yayos; nos turnamos entre nosotros para cuidar a los peques. No estamos tan locos. Además, acabas empapado.








El día se nos pasó casi sin darnos cuenta. Ni siquiera nos sentamos a comer ( aunque Jordi y yo sí pudimos comernos el bocadillo a lo express con los peques sentados en una cafetería.
Volvimos a la entrada del parque en tren. 


Contratamos nuestra tercera excursión del día excluída de la entrada normal del parque: paseo a la luz de la luna con cena incluída. Como nos quedaban un par de horas de tiempo libre antes de la cena, decidimos ir a Puerto Iguazú ( no olvidemos que estamos en Argentina ) y tomamos un café calentito. Sebas todavía tenía la ropa mojada.   
Luna llena y cielo despejado. Mejor imposible. David durmió todo el camino. Fue increíble: las estrellas, el sonido imponente del agua, la luz de la luna...



Llegamos al Hostal rebentados y impacientes por ver de nuevo las cascadas, esta vez, desdel lado Brasileño...

3 de Agosto
LADO BRASILEÑO

Nuestro segundo día en Iguazú entramos al parque por el lado Brasileño. En la entrada cogimos un autobús que hace  varias paradas a lo largo del parque. Decidimos ir al grano y nos bajamos en la parada número 3 para conseguir las tan deseadas vistas panorámicas de las cascadas.
Este lado del parque es mucho más pequeño. El trayecto está repleto de escaleras resbaladizas que se alternan con miradores panorámicos. El problema es que todos pasamos por el mismo recorrido a la vez y eso se traduce en un montón de gente en el mismo sitio  a la misma hora haciendo lo mismo: buscar el mejor ángulo para la mejor foto.
En fin, la experiencia no fue tan intensa como desdel lado Argentino. Aún así, continúa siendo un espectáculo sobrecogedor.







Por supuesto, nos topamos con algunos coatíes y también con un macaco !

 

Acabamos volviendo a cruzar la frontera para comer un asado Argentino en toda regla en Puerto Iguazú. Aprovechamos para comprar unos souvenirs y probar alfajores de manteca y dulce de leche.



David se lo ha pasado genial.