10 de mayo de 2011

LA GUARDERÍA; PARA GUARDAR

Es la primera semana de guardería de David.
Dicen que es bueno que los niños vayan a la guardería. Se supone que aprenden a jugar con otros niños, que les estimulan des del punto de vista psicomotriz y que adquieren normas; aprenden cuándo, cómo y por qué se hacen las cosas de una determinada manera y no de otra. En definitiva, se sociabilizan... pero como madre primeriza todas esas razones no me convencen.
Mi hermana es educadora infantil y me consuela diciéndome que los niños que van a P3 y han estado en la guardería aprenden más deprisa, saben prestar más atención y son más extrovertidos...
David tiene 8 meses y según he leído un bebé no se sociabiliza hasta que tiene dos años. Por lo tanto, durante los próximos 16 meses la función de la guardería donde lo llevamos es la de guardarlo.
No hemos notado un cambio de actitud o comportamiento en él. Duerme más por las noches, ríe como siempre y llora como nunca cuando se enfada.
Pero aunque sólo lleva una semana ya ha pillado su primera viriasis con gastroenteritis y mocos incluídos. Una pesadilla.
Ahora todo le llama la atención y hay que vigilarlo a todas horas porque aunque se mueve con más seguridad todavía no controla. Me encanta cuando alarga los brazos hacia mí cuando quiere que lo coja. A veces repite nuestros gestos y se entretiene mucho con cualquier juguete, objeto o cosa que se le ponga delante
La profesora de la guardería nos dice que es un niño inquieto y curioso. Cualquier madre quiere oir cosas bonitas sobre sus hijos... pero ojalá no tuviera que oirlas de un extraño.





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