31 de octubre de 2009

EL CARTÓN DE LECHE

LUXOR Y TEBAS
29 de Octubre del 2009


Llegamos a Luxor a las 9 de la mañana. El " azafato " del vagón nos pidió propina.

Y no, no íbamos en el tren que colisionó cerca del Cairo. El accidente se produjo cuando el tren que cubría la línea El Cairo- Aiut se detuvo al sufrir una avería y fue ebestido por la parte trasera por otro tren que circulaba por la misma vía. La colisión se produjo cerca de la ciudad de Al Ayyat, a unos 70 kilómetros al sudoeste de la capital egipcia.

La primera impresión fue buena. Con unos 150.000 hab ( unos cuantos millones menos que en el Cairo ) la ciudad nos pareció más tranquila. En la estación de tren los taxistas se nos disputaban ( literal ). Resultó que el Hotel estaba muy cerca de la estación así que hicimos un poco el pringui ( o como dice Sandra: - Nos han tongado - palabra que voy a incluir en mi diccionario por si la volviéramos a necesitar ). El Hotel ( Queens Valley Hotel ) que escogimos estaba justo delante del Templo de Luxor y la ribera del Nilo.

Luxor se construyó sobre la ciudad de Tebas, antigua capital de Egipto durante el imperio nuevo ( 1550- 1069 ac ). Fuimos en Taxi. El taxista no reparó en tocar el claxon de forma persistente, aunque sin un motivo aparente. Pensamos que porque no veía tres en un burro. Nos volvieron a tongar... el templo estaba muy cerca del Hotel.

Nuestra primera parada fue Karnak, templo de Amón, rey de dioses. Unos 80.000 hombres participaron en la construcción del templo, entre obreros, guardias, sacerdotes y sirvientes. La escala del templo es impresionante. Patios, salas y colosos... permaneció enterrado bajo la arena durante más de 1000 años y fue a mediados del siglo XIX cuando comenzaron las obras de excavación, que todavía hoy en día continúan.

El de la foto es Ramsés II, acompañado de una de sus hijas. Una avenida de esfinges te conduce hacia la entrada del templo. Lo que más nos IMPRESIONÓ fue la gran sala hipóstila, con 134 columnas gigantescas. Lástima de los grafitis de algunos capullos desaprensivos.





Jordi nos hizo de guía explicándonos todos y cada uno de los detalles de todos y cada uno de los rincones del templo. Al final del viaje a lo mejor le tenemos que dar una propina.

Como las fotos valen más que las palabras ahí van...

Comimos en un restaurante justo delante del Hotel. La primera pizza, señal de que ya empezábamos a estar saturados de pollo y arroz, fue para Sebas.

Al atardecer fuimos al Templo de Luxor. Fue descubierto en 1881.


Llama la atención la Mezquita de Abu al Haggag, que se construyó sobre el templo. Está dedicado a la tríada de dioses Tebanos ( Amón, Nut y Jonsu ). Dos estatuas gigantes de Ramsés II dan la bienvenida al templo. Fue reconstruido en parte por Alejandro Magno y en algunos de los relieves se le ve presentando ofrendas a la tríada Tebana.


Un paseo de 2km rodeado de esfinges comunicaba el templo de Luxor con el de Karnak. Ahora, según Sandra, en la avenida de als esfinges tan sólo quedan 28 ( Sebas discrepa ).
La verdad es que está bastante bien conservado y las luces de los focos hacía que todo pareciese más misterioso.

Nuestro primer día en Luxor no nos decepcionó. Eso sí, todo egipcio que trabajaba, caminaba, te señalaba algo con el dedo, te sonreía o cuelquiera que respirase, te pedía una propina.

De vuelta al Hotel pasamos por el mercado. Fue irremediable que decenas de vendedores no intentaran vendernos algún pañuelo, figuritas en miniatura de faraones o dioses egipcios, papiros y pulseritas.

Nos alejamos del mercado turístico y acabamos en unas callejuelas estrechas y sin asfaltar. Un grupo de niños nos siguió pidiéndonos dinero. El asedio duró hasta que unas cuantas calesas cargadas de turistas pasaron por la calle. Como parecía que tenían más dinero que nosostros, dejaron de seguirnos para correr tras de ellas. Todos los niños desaparecieron menos una niña. Sandra decidió comprarle un refresco para qe dejara de seguirnos.
Por supuesto, el vendedor nos cobró más de la cuenta, aún y sabiendo que no era para nosotros.

En el mostrador del badulaque la niña señaló un cartón de leche.

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